El pasado fin de semana, luego de más de 8 meses de espera y dentro de un año de pandemia, atípico, raro y difícil por donde se lo mire, Fabián Ñancucheo y su grupo de colaboradores lograron salir adelante y hacer la travesía cronometrada, dentro de Mallin Grande.
Con los protocolos sanitarios correspondientes, se vivieron tres días “extremos”. Desde la entrada de 24km de huella vecinal hasta el campamento, transformada en el primer PC para los más de 150 pilotos que convocó esta atrayente propuesta safarista, el clima hostil con vientos de mas de 80km/h durante todo el evento, cada uno supo adaptarse en su grupo mínimo de auxiliares, por el protocolo, armando carpas, paravientos, en un terreno muy similar a la Meseta de Somuncura, salvo que nos encontrábamos en un mallín, convirtiendo a la competencia más esperada por pilotos de motos, enduristas, safaristas y jeeperos, en un Mallín Grande Extremo de verdad.
La hoja de ruta tuvo su dificultad, al ser un terreno tan trabado, la ansiedad por acelerar y la falta de lectura de la misma donde había que interpretar bastante, con algunos faltantes de referencias, y una primer etapa de unos 25km por la mañana y 85km por la tarde que fueron el filtro por nadie esperado, dejando fuera de carrera a un 30%, del parque.
Algunos accidentes sobrellevados de manera magistral por los Wheeleros del sur que activaron el sistema de comunicaciones y resolvieron con gran profesionalismo.
Por la noche los chivos, corderos y el buffet en general no paraban de alimentar tanto a pilotos como acompañantes.
Muchos debutantes en la especialidad que probaban sus máquinas, otros con varias carreras encima, como el caso de Pinky Arriegada, con un UTV que lo llevó de manera magistral, Hugo Catalan, que tenía un jeepon nuevo y lo dejó tirado en la zona de la laguna Cari Laufquen Grande, al romper masa completa, siendo rescatados por el sistema de la carrera, quien al llegar al campamento nos decía: “mirá que corrí algunos transpatagónicos, el Mini de Septiembre, pero los terrenos que recorrimos hoy, fueron extremos, realmente durísimos”.
Carlos Valdes que llevó el jeep “negro” con gran “historia transpatagónica” junto a Javier y Juanjo, sus hijos con vehículos de última generación a dar la vuelta, con caras de felicidad todos.
Marcos Masson (organizador de Desafiíos Patagónicos), Pedro Mazzoleni (corredor de múltiples Transpatagónicos y Desafíos), Carlos Zeiss que llevó parte de su experiencia (Six Days), dio algunos consejos a los participantes de motos, Puli Bahr y sus anécdotas con gran historia dentro de estas competencias, la familia Bravo de Catriel, los Guatta de Valcheta, los Branca de Madryn, el “jeepito” naranja del Semanario Bariloche que hoy sigue transitando la Patagonia, ahora manejado por Matías Grané, una impresionante cantidad de apellidos y nombres, todos safaristas, haciendo historia en Mallín Grande.
La etapa del domingo, fue acortada en algunos kilómetros, haciendo la ruta más leve, logrando que los pilotos pudieran estar al mediodía en el campamento para la entrega de premios y poder retornar con tiempo a sus respectivos lugares.
Hubo gente de Entre Ríos, Javier y Ernesto Betarel, Puerto Madryn, Las Grutas, Buenos Aires, Valcheta, Viedma, Rincón de los Sauces, Ramos Mexia, Menucos, Neuquén, Catriel, el Manso, La Pampa, Bariloche, Jacobacci, el Bolsón, entre otros, todos más que contentos con haber pasado un finde a puro campo y rugir de motores, extremo!!!
fotos: info@semanariobariloche.com.ar