Y, si tratamos los temas ¿Como adultos?

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Realmente los argentinos en general deberíamos hacer un acto de contrición y decirnos que creemos se debe hacer para conseguirlo.

Pero, con algo más que convicción, porque sin dudas en algo nos equipamos y mucho, con nuestras propias creencias, incluidas las religiosas

Todos tienen razón, o razones por separado, pero se afirman hasta con rencor hacia el que no las entiende o le reprochamos no lo haga, y menos delante nuestro,

Algo sin dudas está mal, y deberíamos preguntarnos, ¿por qué nunca somos nosotros los equivocados?

Hay ejemplos de sobra para sostener esos criterios, como otros para enredarnos en imposibles de los que no se puede salir muy fácilmente,

Por ejemplo, preguntarnos, sin trampas, con absoluta imparcialidad: ¿Tenemos un país hermoso? ¿Rico, o muy rico?, ¿Con millones de esperanzas a realizar?

Acá solo aceptar respuestas de quienes realmente sepan en qué país viven, lo conozcan, y todo eso…Los demás pueden seguir, sin molestar mucho, con su irrealidad televisa,

Tenemos tiempo para esperar encontremos a alguno en tales condiciones. que en verdad los hay.

¿Hay argentinos e inmigrantes que quieran desarrollarse y desarrollar nuestro país, y no tiene tierra en que vivir?

Bueno es obvia la respuesta, la pregunta entonces sería ¿Por qué?

A esta u otras preguntas parecidas, que le falta para dar con la respuesta tal vez no acertada, pero si seria, entendible y por la que se superarían infinitos problemas, algunos absurdos que inclusos son causa de muertes innecesarias.

Hasta cuando discutir si sobran tierras o personas para habitarlas No es serio discutir, por un “gringo” u otro, la tierra es nuestra y lo fue de nuestros ancestros no es tan difícil darse cuenta quien tenga prioridades.

Aunque, ¡Ojo!, nada de ocuparla porque soy guapo y tengo un “wínchester”, eso sí racionalicemos el tema señores.

¡Dejemos de echar culpas en otro!

Con una ocupación u otra, ninguna debe haber, la Constitución Nacional, art. 75 reconoce propiedad a Pueblos Originarios, pues a resolver el tema; en serio, como adultos y no a pura prepotencia entre unos y otros. Sabiamente, alguien dijo que cuando se discute de buena fe, los dos tenemos razón, pero solo uno puede estar en la verdad.

Los argentinos de hoy pareciera que prefieren no estarlo.

Hasta ayer, los grupos que resultaron minoría por amplio margen en la última elección general, cansaron con marchas, banderazos, invocación tenebrosa de San Martin, justamente nuestro máximo héroe que terminara su vida exiliado por negarse a pelear contra sus hermanos; y lo hacen llenos de inusitada y absurda violencia, y para sumar similitudes, se les realiza otra por quienes ganaron holgadamente, cometiendo el error de sumarse al juego que se les preparara en que los menos, son iguales a los más, ¿no sería mejor sentarse y razonarlo juntos?.

Claro que, con acreditada mayoría de edad y planes realizables en la mano.

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