¿Vamos a empezarla de nuevo?

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Puede ser el calor que altere razonamientos, como vemos entre nosotros, y no terminamos de entender cómo se puede ser tan absurdo, o ahora el frío, allá en el norte conductor, en que las bandas descontroladas; y, para el caso incentivadas y excitadas por el propio Presidente, hacen desastres en lugares poco menos que sagrados para aquella Sociedad tan extraña, como dominante.

Aunque en este caso con varias muertes incluidas, cosa que en nuestra poco menos que barbarie local no recordamos se produjera; y mucho menos exhibir impunemente una bandera de pocos antecedentes de amistad y sana colaboración democrática, la de la Confederación clasista, blanca, racista y esclavista, sin que la prensa “libre “en nuestra sociedad se atreve a mostrar.

Algunos dicen seriamente que es consecuencia de la pandemia que agobia a todos y por ello se producen estos hechos vandálicos, acá y en cualquier otra parte; y, no estamos muy de acuerdo, ya que si así fuera el riesgo es cierto, a sabiendas del en que manos estamos¸ desde, ¿quién nos resguarda del peligro nuclear, bacteriológico, etc, que sabemos   manejan las principales potencias?

 En cambio, si creemos estemos dando pasos a un cambio global, más concreto que la toma de un edificio o la exaltación al absurdo que se quiera; hay un régimen político y económico que concluyó su ciclo, aunque nos cueste entenderlo. De Adams Smith, padre del capitalismo allá entre los siglos XVIII y XIX a Keynes padre del capitalismo moderno ya por los años ‘30 del siglo pasado, vamos llegando a una nueva posta expoliadora de este Sistema, en las Regiones donde se ejerce por encima de todo credo religioso, ¿o fueron distintos los cambios producidos anteriormente? Y ellos mismos nos acaban de dar el mejor ejemplo: las actitudes payasescas del aun Presidente de EE, UU, llamaron a reflexión, a las empresas de comunicación modernas, en lo que este hace a los llamados y se explayaba sobre el desatino. Las empresas lo eliminaron de sus sistemas, y era la cuenta del Presidente de EE.UU., pero ¿quién creíamos que manda allá? Pues sí, no el personaje político por más poderoso que parezca, la empresa dijo basta, y se acabó.

De ahí, démonos a pensar con un poco más de seriedad en que es lo que realmente ocurre, no son solo los disparates de grupos delirantes locales que incluso destruyen vacunas, como ayer quemaban barbijos que tal vez hubieran servido a sus propias vidas, parodiando los festejos ridículos en la cubierta del Titanic, nos parece que el problema ha calado hondo, y aun viendo lo absurdo no nos queremos dar por avisados.

Sin embargo tenemos demasiados hechos insólitos como para creerlos productos de un mal entendimiento del diario vivir, y no vamos a situaciones que podrían caracterizar sociedades que nos parecen conocidas, no hace mucho vimos disparar  a fuerzas de represión chilenas para dejar ciegos a sus hermanos, nuestra sociedad menos salvaje, se hartó de denunciar actos innobles, acompañados en algunos caso por situaciones ridículas, como excavar la Patagonia buscando dinero en contenedores…en clara ignorancia del tema y nuestra región, cualquier ladrón de divisas con un ”enter” obvia semejante absurdo, o aquella otra escenificación  del que habría arrojado bolsos de dinero por sobre los muros de un templo previo olvidarse enorme ametralladora  bien exhibida en la entrada,  cuando jamás se vio semejante ridiculez .

En cualquiera de esos hechos la justicia se corría la venda de sus ojos y todo va quedando como cierto.

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