EN ESTOS CASOS que nuestras dirigencias tienen la sempiterna voluntad de mencionarlos en cuanta gestión transcurre, como ahora, con mayor razón o las entendemos o no las arreglamos más, por alguna deficiencia genética local. Nos estamos refiriendo a dos temas más que comunes y dañosos para todos, todos los años, pero, que ahí siguen.
Se vuelve a hablar de podas preventivas, por las razones más que conocidas y graves, siempre en estos tempos de invierno son más que comunes, o sea, los problemas que traen los arboles grandes con mucho ramaje y acumulación de nieve y natural caída de gajos, todo el año.
Sin dudas, son muy lindos y uno de los atractivos principales y naturales más destacados de nuestro Bariloche Turístico, por encima incluso de algún esfuerzo privado en su contra.
Pues bien, ya ni recodamos las veces que hemos hecho la misma propuesta, fácil, sencilla, poco menos que sin gastos para cumplirla, y con beneficio para el sector oficial y privado: una ordenanza que limite el alto permitido, de los arboles cualquiera sea en el Ejido urbano y zonas especiales (Bajo cableado eléctrico, etc.), fijar una altura racional a las especies de todo tipo , pasadas de la misma se podan, por el privado u oficialmente, sin cargo.
Si hubiera especies en riesgo, se sacan, y la madera y/o leña, . se comercializa con cooperativas creadas para ello, que podrían serlo también para podas, etc., conformado nuevas industrias. ¿Es tan difícil de entenderlo?
Y nunca más cables al suelo, cortes de luz o riesgos mayores.
Y la otra, preguntarnos ¿porque no se incrementa el desarrollo de industria locales? Contando con un Parque tecno productivo, que se afirma en crecimiento, como puedan serlo con la utilización de deshechos urbanos, que tanto afecta la actividad principal local como es el Turismo, además de generar de inmediato mano de obra ocupada, algo, poco menos que urgente en estos tiempos de tanta paralización.
Además de ser altamente rentable la utilización de tales elementos, para con los cuales pareciera nos place convivir y combatir a diario, con envases plásticos y metálicos livianos, residuos arbóreos, y otros fácilmente de convertir en material y placas para viviendas, muebles, etc.
Se informó incluso que el reciclaje municipal, está funcionando en gran parte, aunque nada de su posible utilización. Entonces, ¿por que seguir sin planificar, aunque fuere un mínimo de actividades posible que vemos llevar adelante en el Ente municipal?
En los años ’60 había y con mucho éxito fábricas de viviendas pre moldeadas para barrios enteros, con placas de hormigón liviano, poco menos, que eternas. En La Plata, ciudad hecha con regla y compas, hubo un italiano dueño de una de estas, excelente persona, llegado de la guerra, que hizo su propia casa “redonda”, en calle cinco (5) y ahí debe de estar aún.
¿Por qué nos vamos tan hacia atrás y no imitamos al éxito?
Hoy, que es mucho más sencillo aun.