Museo de la Sidra y el Vino: un espacio sobre la historia vitivinícola

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Este miércoles, autoridades nacionales, nacionales, provinciales y municipales y bodegueros realizaron una visita oficial al flamante Museo de la Sidra y el Vino, un nuevo atractivo que fortalecerá la oferta turística de una de las regiones más productivas del territorio provincial, cuya edificación había sido cedida recientemente por el Ministerio de Turismo y Deporte, junto a la Municipalidad de Villa Regina, encargada de dotar de contenido a este espacio.

Se trata de un ambicioso proyecto ideado por el Municipio reginense e impulsado por el Gobierno de Río Negro a través de la cartera turística provincial y el acompañamiento de Turismo de Nación que coronorá los Caminos del Vino de Río Negro, uno de los principales atractivos de la región en el que convergen 12 bodegas que se extienden desde la Cordillera, pasando por los Valles y terminando en la Región Mar e invitan a adentrarse en el mundo de la vitivinicultura provincial y sentir un sinfín de sabores, texturas, aromas y colores.

En este contexto, las autoridades presentes, encabezadas la subsecretaria Nacional de Desarrollo Estratégico, Eugenia Benedetti; el ministro de Turismo y Deporte, Diego Cannestraci; la secretaria de la cartera turística provincial, María José Diomedi; y el intendente municipal, Marcelo Orazi, recorrieron las instalaciones y descubrieron la placa conmemorativa del sitio para conmemorar la puesta en funcionamiento del mismo.

También estuvieron presentes la subsecretaria de Infraestructura Turística, Lucrecia Yunes; el director provincial de Vitivinicultura, Marcelo Miras; la directora municipal de Turismo, María Luján Musso, legisladores y bodegueros, entre otros. 

En el marco de la visita, Benedetti destacó que “es muy importante para nosotros tener la oportunidad de hacer este recorrido, conocer a los actores involucrados y la importancia que tiene haber puesto en valor este espacio, así como también la integración del sitio con la comunidad. Estamos muy contentos con el trabajo realizado, queremos destacar al turismo como desarrollo, como una actividad articuladora que pone en relevancia producciones regionales como en este caso y le da otra salida al sector”.

A su turno el ministro de Turismo y Deporte de Río Negro, Diego Cannestraci, sostuvo que “este proyecto lo llevamos a cabo durante el último año y medio y estamos muy contentos de poder abrirlo formalmente a la comunidad. Es un lugar que tiene un alto valor simbólico para la región ya que por un lado representa la identidad productiva, agroindustrial y la historia de producción de sidras y vinos en el valle y condensa esa historia para empezar a contarla de una manera ordenada”.

Luego de la recorrida, los presentes degustaron una exquisita propuesta gastronómica que estuvo a cargo de alumnos y profesores de la Facultad de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad Nacional del Comahue. Por la tarde, a las 19, el Municipio llevará adelante una actividad abierta al público con distintos espectáculos artísticos.

Un viaje a la historia vitivinícola rionegrina

En el Museo de la Sidra y el Vino de Río Negro, las y los visitantes se encontrarán con un espacio renovado que, sin embargo, mantendrá un tinte histórico, no sólo a través de los objetos expuestos sino también gracias a una parte de la infraestructura que recupera la fachada original de la bodega La Reginense, a la que se suman objetos como botellas y etiquetas antiguas de la tradicional Cooperativa.

Las instalaciones se encuentran ornamentadas con fotos antiguas y elementos artísticos que fueron hallados en la ex empresa y recuperados por el Municipio, como también donados por la comunidad con el objetivo de reflejar el paisaje de Villa Regina y la actividad vitivinícola, mientras que también estará exhibida una colección de imágenes conformada por mapas y postales de la localidad y de su festividad más representativa: la Vendimia.

Es este marco, el Museo también cuenta con una importante muestra de elementos utilizados por los trabajadores para la cosecha de la uva y otras frutas valletanas y distintos elementos agrícolas vinculados a la actividad chacarera.

Por otra parte, entre los principales atractivos de este lugar se encuentra un laboratorio que fue recreado a fin de reproducir la labor de los enólogos en décadas pasadas, mientras que también se hizo lo propio con una oficina administrativa donde yacen viejos elementos que eran utilizados en la antigua bodega como calculadoras y máquinas de escribir.

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