Marino rionegrino en la Armada Argentina

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Oriundo de la pequeña localidad de Sierra Colorada en el centro de la provincia de Río Negro, el Suboficial Primero Enfermero Javier Armando Miles está destinado en la Intendencia Naval de Puerto Belgrano, en la Base Naval homónima, ubicada al sur de la provincia de Buenos Aires.

En abril regresó de su tercer viaje a la Antártida, esta vez embarcado en el rompehielos ARA “Almirante Irízar” en el marco de la Campaña Antártica de Verano 2022/23. Anteriormente prestó servicios durante años en el Batallón de Infantería de Marina Nº 2 (BIM2), en la Base de Infantería de Marina Baterías.

Sus primeros pasos fueron en los hospitales navales, pero luego siguieron destinos embarcado en diferentes buques de la Flota de Mar; destinos en tierra, algunos remotos; experiencias en el país y también en el extranjero.

Un enfermero rionegrino todo terreno

Javier, de 43 años, nació en Sierra Colorada el 21 de abril de 1980. “Me crié hasta los 18 años en mi pueblo, y luego estuve un año en la ciudad de Neuquén, donde escuché hablar por primera vez de la Armada Argentina y me entusiasmé con la idea de pertenecer a la Fuerza”, introduce.

Como si fuera un presagio, su fecha de nacimiento coincide con la del aniversario de la Sanidad Naval. “No voy a olvidar jamás cómo conocí la Armada. Estaba leyendo de casualidad una propaganda en la revista de la Cooperativa Eléctrica de Neuquén que interpelaba a los jóvenes a ingresar a las Fuerzas Armadas. Así comencé mi travesía. Primero fui al Ejército, luego a la Prefectura, a la Gendarmería, hasta que llegué a la Delegación Naval de Neuquén”.

“Estuve en la Misión de Paz de Estabilización de Naciones Unidas en la República de Haití (MINUSTAH) en 2009 y en 2016”, y agregó: “Previo al terremoto estuve en la ciudad de Port-de-Paix con otras fuerzas argentinas durante las elecciones democráticas, en donde realizamos ayuda humanitaria y mucha atención de enfermedades por el contexto de pobreza. En la segunda oportunidad serví en el hospital reubicable de la Fuerza Aérea Argentina; fue una misión distinta y una experiencia bárbara netamente sanitaria, donde fui como encargado del quirófano”, explica el rionegrino.

Hace 16 años conoció en la Armada a quien es su esposa, la Cabo Principal Enfermera Laura Santillán. Con ella tuvo 3 hijos: Agostina, de 13 años y los mellizos, Bruno de 10 años, y Máximo, quien falleció hace 5 años.

Ya había conocido la Antártida embarcado en el aviso ARA “Puerto Argentino”, en él que realizó la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC) en coincidencia con la búsqueda del submarino ARA “San Juan”; y en 2012 cumplió la Campaña Antártica en Isla Decepción: “Tenía ganas de volver y estar embarcado en el ‘Irízar’ porque es un buque emblemático en la Armada; fue una experiencia hermosa a pesar del trabajo arduo que se realiza”.

Los recuerdos de provincia y familia

Javier guarda los mejores recuerdos de Sierra Colorada, “de haber crecido en un lugar tranquilo y sano, en el que sigo en contacto con mis compañeros de jardín de infantes hasta el secundario; de haber crecido juntos y felices, de correr por los cerros, y jugar a la pelota”.

Si bien los chivos y corderos son la comida típica del pueblo, de allí extraña la salsa roja que hacía su mamá. Sus padres y dos de sus hermanos fallecieron, pero el resto de la familia vive distribuida en toda la extensión de la provincia y en Neuquén.

Su papá, Domingo Miles, fue portero y trabajó toda su vida en la escuela primaria Nº 26 “Juan José de Arenales” donde Javier hizo su primaria. El secundario lo hizo en la ex Nº 82.

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