La Trochita, recuerdos por Froilán Montesinos

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Froilan Montesinos, nació en el Maiten y a los 18 años se subió a la Trochita, “primero en calidad de aspirante, luego de aprobar 5 exámenes para manejar máquinas a vapor, locomotoras diesel, eléctricas, hasta barcos, decía mi carnet, fui el conductor por más de treinta y cinco años, sin faltar ni uno solo, siendo inseparables compañeros en el duro transitar por las huellas patagónicas.”

“Si mal no recuerdo, el Maitén por aquellos años no pasaban de los 1000 habitantes y por su ubicación y características, era un lugarcito más de nuestra aguerrida Patagonia.

Un hecho histórico que marcó toda una época, la Trocha Angosta.

Según se dice, en 1922 aproximadamente, el Presidente, con gran visión de futuro, logra este gran logro, con la permuta de tierra a los ingleses por un servicio ferroviario que permitiera la comunicación entre los pueblos de Ing. Jacobacci, Ojos de Agua, Mamuel Choique, Cerro Mesa, Fitalancao, Leleque, Layoco, Ñorquinco, La Cancha, Esquel y el Maitén, entre otros.

Cabe recordar, que el recorrido de la Trochita era de 405km, las dos primeras máquinas eran, una americana y otra alemana, ambas funcionaban a carbón, hasta que en los ´50 fueron adaptadas a fuel oil.

El combustible era calentado con vapor durante dos horas, antes de inyectarlo, teniendo que circular vapor por cañerías, previo a ponerse en movimiento.

Los vagones fueron traídos de Bélgica y son en madera, en invierno la calefacción era con salamandras a leña que van en cada vagón.

En el Maitén, funciona el centro de este ramal, con su respectivo taller y un galpón para las maquinas, más las cuadrillas de mantenimiento y artesanos, con un total de 150 operarios.”

Otro de los recuerdos de don Froilan, lo lleva a un 22 de Mayo de 1967, cuando corrían vientos de más de 150km, el convoy traccionaba con 9 vagones, los que fueron tumbados por la fuerza del viento, pero gracias a la advertencia del guarda, no hubo que lamentar víctimas. Producto del vuelco y al tener las salamandras encendidas, se quemaron los vagones. Desengancharon la máquina y lograron llevar sanos a los pasajeros hasta Fitalancao, que quedaba a unos 6km del accidente.

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