Hábitos esenciales para la nutrición infantil

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La leche materna es el primer alimento saludable de un humano y junto a la alimentación complementaria, garantiza una nutrición adecuada que beneficiará la prevención de enfermedades tanto en el presente como en la vida adulta de los niños y niñas.

Desde la Coordinación de Salud Materno Infanto Juvenil, dependiente del Ministerio de Salud de Río Negro, se recuerda que es fundamental amamantar exclusivamente con leche materna (sin agregar ningún otro alimento) al recién nacido hasta los seis meses de vida, luego de este periodo comienza la alimentación complementaria, que significa agregar alimentos mientras se continúa con la lactancia materna hasta los 2 años o más.

Durante la alimentación complementaria es muy importante continuar con la leche materna e incluir  alimentos naturales como vegetales, carnes desgrasadas, frutas, aceites vegetales y preferir las preparaciones en forma casera.

Es importante recordar que la leche materna les proporciona vitaminas, minerales y anticuerpos, que junto a la alimentación complementaria, otorgan beneficios permanentes que ayudan a prevenir enfermedades y a mejorar la calidad de vida del presente y de la futura vida adulta de los niños y niñas.

Recomendaciones generales

Aprovechar el momento de la comida para hablar y mimar a la niña o niño, respetando sus tiempos, señales de hambre, sin obligarlos ni convencerlos de comer si no lo desean.

Dejar al niño tocar la comida y recordar que la alimentación debe ser en principio semisólida  y luego sólida, cuando el bebé de muestras de ser capaz de comer solo irá avanzando a su propio ritmo.

Las primeras comidas serán dos a tres veces por día y se deberá  continuar con la lactancia materna, se puede combinar diversos sabores, colores, texturas y métodos de cocción. Recordar que  antes de eliminar alimento que haya sido rechazado por el niño o niña;  es necesario que experimente varias veces con el mismo alimento hasta ser aceptado.

No es necesario agregar sal ni azúcar a las preparaciones, siempre es preferible que los niños y niñas puedan experimentar el sabor natural de los alimentos. Cabe destacar que la bebida de primera elección  es el agua segura.

Incluir a los niños a la mesa familiar desde edades tempranas, evitando las distracciones al momento de comer, como pantallas de  TV, tablets, celulares, computadoras, etc.

Los alimentos deben prepararse y servirse en condiciones seguras, reduciendo al mínimo el riesgo de contaminación por microorganismos patógenos; y es fundamental mantener las condiciones de higiene y el lavado de manos frecuente de la persona que prepara y sirve los alimentos.

Recordar que el momento de comer es una situación más de aprendizaje y que mantener el contacto visual, el trato afectivo y dar confianza son elementos esenciales en este período.

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