Se denomina así a los cristales que se utilizan para confeccionar los anteojos aéreos, tanto de receta como para sol.
La graduación se logra por la geometría diferente entre la cara anterior y posterior del cristal, mediante la utilización de una maquinaria llamada generador de curvas que talla las distintas caras de los cristales. La variedad, de los mismos es muy amplia, tanto en materiales como en el diseño.
Históricamente el material comenzó siendo mineral (vidrio de muy alta calidad óptica), este material duro, pesado y frágil a los golpes permite confeccionar cristales con altos índices de refracción, lográndose así espesores mas delgados en graduaciones muy altas, resultando así anteojos con una mejor estética, en especial en miopías muy altas en cuyo caso los bordes de los cristales son muy gruesos; y en las hipermetropías muy altas donde los espesores centrales de los cristas son mayores también.
Esa ventaja, de lograr espesores mas delgados, dureza del material a las ralladuras se contrapone a su debilidad que es la fragilidad mayor a los golpes cuyo riesgo son las cachaduras y/o roturas de material, también es mas difícil aplicar tratamientos como coloraciones, antirreflejos, etc. Cuando se trata de cristales bifocales y multifocales, sus diseños no han evolucionado tanto como con otros materiales, debido a las dificultades técnicas para su elaboración, ya que en los distintos procesos a los que se ve expuesto el material del cristal se van generando cambios de temperaturas y tensiones en el mismo que pueden producir roturas y el consecuente descarte el producto antes de llegar al publico.
Debido a ellos se han investigado otros materiales, en la búsqueda de lograr mayor seguridad, facilidad de trabajo y poder incorporar otras prestaciones al mismo. Así aparecieron los polímeros de los cuales el primero en difundirse fue el CR39 conocido como cristal orgánico, luego aparecieron los Policarbonatos y a partir de allí han aparecido otros como el Trivex, etc. Estos materiales mucho mas livianos, mas resistentes a los golpes, que permiten tratamientos como coloraciones (se hacen por teñido), tratamientos antirreflejos, protección solar UV, etc.
Ofrecen un mejor manipuleo en su confección y en el proceso de fabricación, utilizándose tecnologías mucho mas avanzadas que permiten diseños mejorados y en constante progreso en especial en lentes bifocales y muy particularmente en lentes multifocales.
A estas ventajas se agrega que últimamente se ha logrado mejorar notablemente los índices de refacción acercándose e incluso mejorándose al de los cristales minerales, con los cual se logran anteojos muy estéticos y de muy alta calidad óptica, seguridad y protección ocular constituyéndose en grandes beneficios para el usuario.