El descubrimiento se produjo en cercanías a Ingeniero Jacobacci a través del trabajo de un equipo de investigadores del CONICET que continuaron la labor pionera del paleontólogo y arqueólogo Rodolfo Casamiquela, realizada en los años 40 y 50.
Los hallazgos incluyen una gran variedad de mamíferos extintos entre los que se destaca una mandíbula de “Plesiofelis”, que a pesar de su nombre no era un felino sino un gran marsupial (cercano a las comadrejas y canguros), de hábito carnívoro y tamaño comparable a un lobo.
También se encontró un cráneo de Astraponotus, un mamífero herbívoro de cerca de media tonelada de peso, semejante a un tapir, pero con grandes colmillos como un jabalí y muelas parecidas a las de los rinocerontes.
![](https://semanario.webdesignjmi.com/wp-content/uploads/2022/06/encuentrqn-fosiles05439_n.jpg)