En la misma piedra

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Algo que nunca entendimos es porque los argentinos, nos pasan las mismas cosas, no esperando mucho tiempo para repetirlas, y no aprendemos -Habremos alcanzado todo, y ¿no lo advertimos? Tal vez, renunciamos a todo crecimiento racional y nuestra sociedad vegeta al mejor estilo parasitario que conocemos de otras tantas, por las que pasamos y pasamos, quejándonos de su característica- Así casi desde que comenzamos como país independiente y soberano, aunque esa circunstancia ahora hasta pareciera no ser tan importante, aunque se insista con el latiguillo de la Independencia, Soberanía política y económica, y lo que se quiera sumar al equívoco, desde Rivadavia, Alvear y otros héroes del sub panteón nacional.

Sera acaso que siempre, nuestros antepasados jugaron poco menos que con nada, a ser los mejores y lo lograron?

Porque ahora, podríamos salir dando gritos, que muy pocos nos tienen en cuenta en tales apreciaciones. Ni nosotros en muchos casos, ayer no más, sin irnos  tan lejos funcionaros de primer nivel nacional, hablaban de nuestras Islas Malvinas, como si se tratara de una zona inglesa. Y hasta se imprimieron mapas oficiales de Argentina, sin las Islas Malvinas en el mismo; pero no es para sorprendernos demasiado, un antepasado directo de un dirigente principal de la anterior gestión, muy suelto de cuerpo allá a mitad de la década del ’30 en el apogeo dela oligarquía vacuna decía que Argentina había hecho suficientes méritos para ser miembro de la Corona inglesa.; pero recordemos aunque fuera a la ligera: Es más que conocido que a San Martín si los rivadavianos lo agarraba, lo fusilaban, por no haber aceptado enfrentarse con los caudillos federales (Ramírez, Artigas, López y otros), priorizando su viaje al Perú parar luchar  con los españoles, y derrotar su “puño de hierro” como la calificara nuestro héroe máximo, a la que calificaran algunos, hasta ayer no más, de “Madre Patria”… Sin embargo, acá en visita del Rey de España, nuestro Presidente de entonces se acongojaba ante “mi querido Rey” como lo llamara, por la “angustia que habrían sufrido nuestros héroes de la Independencia”, al liberarse de su sometimiento, en una muestra absurda de ignorancia histórica, y hasta de sentido común-

Y esa dicótoma nos acompañó siempre, así las montoneras gauchas, con muy poca literatura a favor se jugaron por un federalismo que aun hoy no aceptan los que ejercen poder desde Buenos Aires. Después nos impusieron la Anarquía, y aun se estudia como tema histórico, porque no había gobierno central…. Que sabría Dios a quien representaba, con más de medio país iba al boleo por donde mejor quisiera. Luego se fue Rivadavia, y atrás fueron quedando los grandes en serio, como Mariano Moreno, que en solo cuatro o cinco meses de entonces, hizo todo lo que hizo, Castelli, Monteagudo, Belgrano, el propio San Martin, reemplazados por los “nadies” que llenan nuestros monumento y avenidas, como Carlos de Alvear que llevara a los portugueses en Brasil la lista de armas y soldados con que contaba el Ejercito de Los Andes, por si había una invasión… Y se la entrega a Beresford, casualmente el mismo inglés  de la invasión inglesa, que trabajaba ahora para  Portugal… Es muy conocido el arreglo de Manuel García para entregar a aquellos enemigos, la Banda Oriental como Provincia Cisplatina. Lo demás es más conocido, para quienes nos interesa la Historia, los demás difícilmente se enteren. Rivadavia en Europa, sin problemas y acá los barbaros insistiendo en ser federales. En medo la declaración de la “Independencia de España y su Metrópolis”, que si no hubiera estado San Martin así no hubiera sido, sin el agregado impuesto por el héroe: “y de toda otra dominación extranjera.” ¿Nos damos cuenta? Si pasaba, pasaba. 

Más tarde, entre alaridos desenfrenados y violencia con pocos limites, llegamos a la Constitución, poco menos ejemplo, en tales circunstancias. Aunque siempre con la pesada herencia católica, adherida a toda costumbre de la mano de la influencia hispana

Surge con representantes del Pueblo no elaborando nada de todo lo ocurrido, Buenos Aires y su influencia se dio a “conquistar” el resto del país, así sus “poderosos, conquistaron el desierto”, pero como estaba lleno de etnias originales, realizaron una espectacular limpieza étnica, tratando de borrar todo, lo que no tuviera tinte europeo. Hasta pocos años atrás se celebraba en Bariloche, la “Retreta del Desierto”, en la Plaza del Centro Cívico, que se llamaba “Expedicionarios al Desierto”. Todo ello no explicado, entendemos como el homenaje al general Roca, que nunca llegó a Bariloche. Y ahí están todavía los “cañoncitos” adornando la Plaza Principal, sin saberse contra quien pelearon. Y así seguimos pegando fantasías sobre una realidad que nunca valoraron nuestros antepasados. No nos olvidemos, de las luchas políticas, que tuvieron sin dudas figuras brillantes, aunque tampoco respetadas y aun hoy menos todavía. Con cambios drásticos en el desarrollo, y sin embargo pareciera que todo sigue igual.

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