Bariloche se renueva

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Bariloche sigue modernizándose y sumando nuevas maneras de desarrollarse. Recientemente, el Municipio logró reactivar la publicidad en la vía pública, con lo que genera una fuente alternativa de ingresos para la ciudad, desaprovechada durante décadas.

Hoy más que nunca, las ciudades necesitan transformarse, crecer en direcciones innovadoras, buscar oportunidades de desarrollo que muchas veces vienen de la mano de nuevas tecnologías y conceptos de sustentabilidad.

La transformación de Bariloche requiere avanzar en diferentes líneas al mismo tiempo, con un trabajo de planificación integral y multitemática. Así como necesita de grandes obras de infraestructura, también necesita incorporar formas creativas de crecer y sustentarse.

Los más importantes centros turísticos y grandes capitales del mundo se vuelcan hacia la publicidad en la vía pública como un recurso adicional de financiamiento estatal: con poca inversión, se logran buenos resultados que resultan en una sinergia entre el sector público y el privado, respondiendo a las necesidades de cada uno. Es una constante a nivel internacional: Nueva York, Tokio, Hong Kong, pero también Buenos Aires, Cancún o Río de Janeiro utilizan su potencial publicitario como un punto a favor, y lo aprovechan para generar ingresos que luego se vuelcan en obras y servicios.

Posicionar a Bariloche como una ciudad del futuro es también aprender de otros puntos del planeta, sobre todo de otros destinos turísticos, y sumar nuevas formas de crecer.

Es lógico que los cambios traigan resistencias. Las nuevas tecnologías, por ejemplo, pueden inquietar cuando recién las conocemos. Así sucedió con algunas de las tecnologías que hoy nos resultan de lo más cotidianas, desde una línea robotizada de montaje hasta un celular de pantalla táctil. Pero también es necesario considerar que ante el agotamiento o la falta de sustentabilidad de lo conocido, bien vale explorar nuevos territorios y maneras de planificar y construir una ciudad. Y en casi todos los casos la audacia de innovar termina resolviendo problemas históricos y mejorando nuestra vida cotidiana.

En Bariloche, la publicidad en la vía pública se está explorando con cuidado y equilibrio, de manera planificada. La clave es brindar espacios de visibilidad, sin comprometer el paisaje, el entorno natural y la seguridad de los vecinos. Se trata de una herramienta de financiamiento que aprovecha estratégicamente el espacio público. De hecho, durante muchos años el Municipio fue criticado por no aprovechar esta fuente de ingresos, que representa un gasto mínimo para el Estado que es devuelto en creces con los cánones abonados por las empresas que deseen publicitar.

La gestión del intendente Gustavo Gennuso logró resolver el contrato en litigio que había impedido a las administraciones anteriores poner en práctica un sistema de publicidad en la vía pública. Y tras esa resolución, llegó un recurso novedoso: con la nueva licitación, se incorporó en el pliego de bases y condiciones que la empresa ganadora pudiera generar otros beneficios para la ciudad, renovando el mobiliario urbano. Así, la comuna obtuvo, además de los cánones estipulados de pago, los nuevos refugios de transporte, más de 600 nomencladores de calle, pantallas transluminadas, cerramientos de obra y tres pantallas LED de exteriores.

La renovación de una ciudad, su modernización, requiere de un cambio de paradigmas, de esquemas mentales. La adaptación a lo nuevo es difícil, pero a la larga abre las puertas para que Bariloche se potencie como destino y como comunidad en nuevas direcciones.

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