La fábrica de alimentos y aceites esenciales Ámbar, situada en San Carlos de Bariloche y dedicada a la producción de diferentes propuestas vinculadas a la rosa mosqueta y sus múltiples beneficios, se encuentra dentro del grupo que intentará llegar con su propuesta a España de la mano de la Agencia Río Negro Exporta.
Al respecto, su propietario Marcelo Gurrea, detalló que “la vinculación con Río Negro Exporta permite un respaldo y aprender de las cuestiones burocráticas. El acompañamiento ayuda a que los errores sean menores, hay profesionales que te van asesorando y siendo testigos de lo que a uno le pasa y necesita, es dejar de estar solos. En la medida que la Agencia nos ha ido dando un apoyo, eso va a repercutir en beneficio de otros productores, en un canal abierto para otros desarrollos”.
Más adelante, mencionó que “España es un buen mercado, ya estamos en contacto con la empresa importadora y estamos a la espera de ver como continuar trabajando. Es un buen comienzo, encontrarnos las empresas que de alguna manera podemos representar productos al exterior a través de RN Exporta, nos ayuda a encontrarnos y nos facilita la gestión”.
Ambar se dedica a la elaboración y prensado en frío de semillas para aceites vegetales y de rosa mosqueta, y elaboración de harinas y polvos deshidratados de dicha planta. Cuenta con una fábrica abierta y una página web: https://www.ambar-bariloche.com/, desde donde comercializa sus productos, como una de las formas para adaptarse a la venta en línea y a la virtualidad.
Sobre otra de las características de la empresa pyme, Marcelo, explicó que “nos hemos transformado en un canal de productores que han hecho sus recolecciones e inversiones en relación a la recolección, y nosotros canalizamos ese desarrollo que tiene que ver con cosmética y alimentos”.
“Hemos tomado una posición distinta, por un lado somos canales de empresas que han invertido en la recolección y por otro lado nos vinculamos con otras empresas para obtener mayor alcance de estos desarrollos”, agregó.
Asimismo, comentó como uno de los avances de la propuesta, que “logramos la inclusión de cuatro artículos en el código alimentario, que incluye el aceite para la administración oral, la harina, la pulpa para jugos y la rosa canina. También hay otros productos que sería muy interesante darle valor nutricional, podemos alimentar a muchas personas y lograr soberanía alimentaria, que también es uno de nuestros objetivos”.