Sierra Colorada y su Vivero municipal

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En una entrevista reciente a Marino Gutiérrez, más conocido como “Chiqui”, actual encargado del Vivero Municipal de Sierra Colorada desde 1998, nos compartió su historia y experiencia con el trabajo de las plantas, una tarea a la que se dedica desde hace 29 años.

Su recorrido comenzó en 1997, gracias a un convenio con Lentes. Un año más tarde, en 1998, se creó un pequeño vivero detrás de donde hoy se encuentra el gimnasio municipal. Finalmente, en 1999, se estableció el vivero en su ubicación actual, donde continúa funcionando hasta hoy con gran compromiso y dedicación.

El vivero ha sido, desde entonces, un espacio de trabajo y formación para muchísimas personas, principalmente jornaleros, que han contribuido al crecimiento del lugar.

Actualmente, el vivero cuenta con un sistema de riego por goteo, alimentado por una perforación subterránea que extrae agua mediante una bomba sumergible. Allí se cultivan plantas nativas y exóticas, todas producidas en el mismo vivero, lo que permite que estén totalmente climatizadas y adaptadas a las condiciones de la zona, incluyendo bajas temperaturas y fuertes vientos. Además, se han instalado cortinas rompeviento formadas por álamos de ciprés, que protegen a las especies del clima adverso.

Se trabaja con plantas a raíz desnuda y también en macetas, ofreciendo así una amplia variedad de especies para distintas necesidades.

Chiqui también nos contó que hace 10 años se creó un bosquete leñero, donde se plantaron especies destinadas a la producción de leña. Recién este año se pudo realizar el primer corte de esas plantas, a una medida que permite que vuelvan a crecer. De esa cosecha, se obtuvieron aproximadamente 25 kilos de leña, los cuales fueron destinados al Operativo Calor, un programa solidario que brinda asistencia durante el invierno.

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