Una aventura inolvidable con Tomás Thibaud y Pancho Rebollo Paz
Puerto Madryn y sus alrededores ofrecen uno de los espectáculos naturales más impresionantes de Argentina, y quienes se aventuran en sus aguas y paisajes no tardan en descubrirlo. En una expedición liderada por Tomás Thibaud y Pancho Rebollo Paz, vivimos tres días de intensas emociones, avistajes inolvidables y contacto directo con la fauna patagónica.
Día 1: Encuentro con los delfines y la búsqueda de orcas
La travesía comenzó a bordo de una embarcación de Bottazzi, donde realizamos el primer avistaje de delfines oscuros. Estos animales, conocidos por su velocidad y agilidad, nos regalaron un espectáculo increíble en las aguas del Golfo Nuevo. Más tarde, nos dirigimos a Punta Ninfas, un sitio emblemático para la observación de orcas. A pesar de la expectativa, ese día no tuvimos la suerte de encontrarlas.


Día 2: Un mar repleto de vida
Si el primer día había sido asombroso, el segundo superó todas las expectativas. Volvimos al mar en busca de más delfines y fuimos testigos de un espectáculo sin igual: más de 500 delfines oscuros y comunes surcando las olas en grupos sincronizados, saltando y nadando alrededor de la embarcación. La energía y vitalidad de estos animales nos dejaron sin palabras.
Luego, nos dirigimos hacia Península Valdés, pasando por Caleta Valdés, un sitio de belleza incomparable. Los paisajes de la costa patagónica, con sus aguas turquesas y acantilados imponentes, fueron el cierre perfecto para otro día de exploración.
Día 3: Toninas, pingüinos y lobos marinos
El último día de la expedición nos llevó hasta Puerto Rawson, donde embarcamos para un avistaje de toninas overas. Estas pequeñas y veloces cetáceos, con su característico color blanco y negro, ofrecieron otro espectáculo fascinante.




Más tarde, nos dirigimos a Punta Tombo, hogar de la mayor colonia de pingüinos de Magallanes en Sudamérica. Caminar entre miles de estas aves en su hábitat natural fue una experiencia única, con la posibilidad de observar su comportamiento de cerca. Para finalizar la jornada, nos detuvimos en un punto estratégico donde pudimos observar lobos marinos y diversas especies de aves, cerrando así tres días de aventura y conexión con la naturaleza.
Una experiencia que deja huella
La expedición con Tomás Thibaud y Pancho Rebollo Paz fue una oportunidad única para sumergirse en la riqueza natural de la Patagonia. Cada jornada estuvo cargada de emociones, paisajes imponentes y la presencia imponente de la fauna marina. Sin duda, una experiencia que cualquier amante de la naturaleza debería vivir al menos una vez en la vida.
Fotos: chiwi giambirtone y axel torrescurth