El 29 de septiembre se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, a partir de una iniciativa de la ONU. En Bariloche, el Mercado Comunitario Municipal acaba de ser parte de un estudio de casos internacional liderado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en un esfuerzo para desarrollar mejores prácticas para la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos en las cadenas productivas y de suministros.
Tras ser convocado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), desde el mes de junio el equipo del Mercado Comunitario de Bariloche participó de entrevistas y relevamientos junto a representantes del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, de la FAO y de la Fundación CEDEF (Centro de Estudios para el Desarrollo Federal). En nuestro país, además, la iniciativa se enmarca en el Programa de Cooperación Técnica en apoyo al fortalecimiento del Plan Nacional para la Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos (PDA), que se creó por ley en 2018.
De acuerdo a la FAO, en todo el mundo los alimentos se pierden o se desperdician a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la producción agrícola inicial hasta el consumo final de los hogares. Además, los alimentos que nunca se consumen también representan un desperdicio de recursos, como la tierra, el agua, la energía, el suelo, las semillas y otros insumos utilizados en su producción.
Además, se diferencia entre “pérdida” y “desperdicio” de alimentos, de acuerdo a en qué etapa de la cadena se produce la situación: la “pérdida de alimentos” es la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos por acción de los proveedores en la cadena alimentaria. Y el “desperdicio de alimentos” se refiere a la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos por acción de minoristas, proveedores de servicios alimentarios y consumidores.
La experiencia del Mercado Comunitario Municipal de Bariloche
Nuestro Mercado Comunitario fue elegido para ser parte de los estudios de caso que se están llevando adelante en Argentina y en otros países, con el objetivo de diagnosticar la situación de pérdida y desperdicio de alimentos (PDA) en distintas instancias de producción y comercialización, y brindar herramientas para reducir o evitar los puntos críticos que llevan a esa pérdida, logrando prácticas más sustentables.
El estudio de caso está siendo llevado adelante por el Centro de Estudios para el Desarrollo Federal (CEDEF), cuyo equipo mantuvo entrevistas y realizó relevamientos en las instalaciones del Mercado (que debido a la pandemia se realizaron en forma virtual con el acompañamiento de referentes del Mercado) entre junio y septiembre de este año. Allí se estudiaron, entre otros aspectos, la compra y selección de proveedores, y la manupulación, almacenamiento y conservación de los alimentos.
En las conclusiones preliminares del estudio -previas a las recomendaciones que se realizarán más adelante en el proceso-, el CEDEF destacó el “innovador trabajo colectivo de autogestión” del Mercado Comunitario y estableció que “resulta un diferencial su rol socio-productivo y comunitario”, tanto por “la determinación de precios y como facilitador de una alimentación sana para la población más vulnerable” como también por ser un “agente potenciador de desarrollo de proveedores y fortalecimiento de productores”.
En ese sentido, el Centro de Estudios determinó que el Mercado “es capaz de incidir formalmente en el desarrollo de proveedores y así colaborar en reducir las pérdidas de alimentos en el eslabón primario de la cadena” y añadió que “lo mismo aplica para la manufactura artesanal con la que se vincula en la región”.
“Este rol social, productivo y comunitario del Mercado representa, en relación a las PDA, un desafío superador al del propio sistema de gestión y también una gran fortaleza ante oportunidades de articulación institucional que garanticen la sostenibilidad del sistema como un todo”, evaluaron en el informe, adelantando que se podría lograr un “impacto garantizado para el mediano y largo plazo, no solo hacia la reducción de pérdidas, sino hacia un sistema más sustentable y sostenible”.