Un estudio, liderado por el grupo del Instituto INBIOFIV del CONICET y la Universidad Nacional de Tucumán, dirigido por la Dra. María Inés Isla y el grupo de Tecnología de Alimentos liderado por la Dra. Salvatori, del Instituto PROBIEN del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue, han transformado la jarilla, una planta nativa, en un componente clave para un alimento funcional que podría prevenir enfermedades crónicas. Este proyecto, que combina ciencia y valorización de especies autóctonas, ha dado como resultado una bebida funcional en polvo.
Características de la bebida:
- Combina jarilla, jugo de arándano y miel de azahar de limón.
- Es rica en compuestos fenólicos con propiedades antioxidantes.
- Podría beneficiar el control del síndrome metabólico.
Proceso de desarrollo: - Extractos de jarilla de los Valles Calchaquíes fueron caracterizados por un equipo de Tucumán.
- Investigadores de Neuquén diseñaron los procesos de producción para garantizar la estabilidad de las propiedades nutritivas.
- El extracto líquido se transformó en polvo mediante liofilización o secado spray.
Beneficios potenciales: - Los compuestos bioactivos de la jarilla tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicóticas y antibióticas.
- El jugo de arándano y la miel mejoran el sabor y enriquecen la bebida.
- El producto en polvo podría ser un aliado contra la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
Impacto regional y futuro: - El proyecto valoriza el patrimonio botánico del Noroeste Argentino.
- Promueve el cultivo y extracción sostenible de la jarilla.
- Genera oportunidades de desarrollo económico.
- Se requieren más estudios para confirmar la eficacia del producto.
En resumen, la investigación ha desarrollado una bebida funcional innovadora a partir de la jarilla, con potencial para mejorar la salud y la economía regional, destacando la integración del conocimiento científico con el uso de recursos naturales.