¡Milagros de la gloria! u espada, San Martín, hizo el prodigio;
Ella es el lazo que une los extremos de un siglo ante la historia.
Y entre ellos se levanta, como el sol en el mar dorando espumas, el astro brillador de tu memoria.
¡No morirá tu nombre! Ni dejará de resonar un día
tu grito de batalla.
Mientras haya en los Andes una roca y un cóndor en su cúspide bravía.–
¡Está escrito en la cima y en la playa. En el monte, en el valle, por doquiera que alcanza de Misiones al Estrecho
La sombra colosal de tu bandera!
Olegario V. Andrade (fragmento de “San Martín”)