Amado o detestado cilantro

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Por la Dra Sara Itkin
Mat. Médica Pcia RN 3474

Las plantas, maravillosas alquimistas, brindan mucho más que sabor y aroma a nuestras comidas. Nos ofrecen un abanico de nutrientes y beneficios que nos llevarán a ganar salud con cada bocado, siempre.
Cuando llegué a la Patagonia a trabajar como médica en la zona de Las Lajas en la provincia del Neuquén y hacíamos, desde el hospital, la visita a los pobladores rurales, probé por primera vez en mi vida una salsa sin cocción que agregaban gustosamente a las comidas. Al llevar el primer bocado de ésta a mi boca me invadió un malestar muy grande creyendo haber tragado una “chinche verde” –insecto pequeño que libera un olor muy desagradable y que habita en el centro del país–. Traté de disimular el mal momento bebiendo mucha agua. Me contaron que los ingredientes que componían la mezcla llamada “pebre” eran cilantro, tomate, cebolla, ají picante y aceite. Sorpresa y tranquilidad me llevé cuando supe que el nombre botánico del cilantro –Coriandrun– deriva del griego Korios que significa “chinche”, en alusión a su aroma similar al del insecto.
Fueron pasando los años, y con mucho empeño, el cilantro pasó a estar entre mis plantas condimenticias.
Es el cilantro, también llamada coriandro, una planta anual de la familia de las Apiáceas o Umbelíferas al igual que el perejil. Se caracterizan ambas por disponer sus flores como si fuera un paraguas al revés, es decir desde un tallo salen finos pedicelos (umbelas) florales como las varillas de un paraguas mirando hacia arriba. Tiene una altura aproximada de 50 cm de alto con un tallo macizo y estriado, sus hojas son similares a las del perejil, pero más numerosas y con su aroma característico. Sus flores, blanco rosadas, de pétalos desiguales, florecen en el verano tardío. Sus frutos, redondos y de aproximadamente 5 mm, son fuertemente aromáticos. Es originaria de Asia templada y norte de África. Crece bien en nuestros jardines e incluso puede cultivarse en macetas.
Además de ser parte del “pebre”, las hojas del cilantro pueden sumarse a cualquier comida, aportando calcio, hierro, provitamina A, vitamina C y del grupo B y altos valores de antioxidantes, compuestos que reducen la velocidad de oxidación controlando la formación de radicales libres, los cuales juegan un papel importante en enfermedades degenerativas como cáncer, cataratas, enfermedades neurodegenerativas, aterosclerosis, infecciones, enfermedades inflamatorias crónicas, diabetes y enfermedades autoinmunes entre otras.
Debido a sus componentes aromáticos –presentes en las hojas y en mayor porcentaje en los frutos– que estimulan el SNC, es considerado como antidepresivo y afrodisíaco, consumiendo un par de frutos al día o bebiendo su decocción ( ojo, no abusar del cilantro!). Se suman a sus virtudes la de regular y reducir el azúcar alta en sangre en personas diabéticas, ayudar a reducir el colesterol alto, mejorar la digestión y aliviar las hinchazones y estados molestos provocados por flatulencia. Además es un muy buen conservante de encurtidos.
Te gusta el cilantro?
Abrazo yuyero!
Dra Sara Itkin
Mat. Médica Pcia RN 3474
(La imagen no es de mi autoría, la tomé de internet)

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