En Suramérica, los malos no se fueron
Cuando el mundo ansiaba esperanzado el reencuentro de Colombia con sus mejores tradiciones de paz y cultura que tanto dieran a una Suramérica joven, y poco menos olvidada en el fragor de una lucha interna que lleva mas de medio siglo de inútiles combates, cebados siempre por intereses ajenos al pueblo colombiano, una extraña decisión en un aun mas extraño plebiscito, también de sospechosa muy escasa concurrencia, toma una posición que hasta creemos ofende a la civilidad, pronunciándose por un “no” a la paz alcanzada tras años de luchas intestinas, con miles de muertos y destrucción que agobian a todos los colombianos, no al parecer a esa dirigencia que insisten mantener una guerra sin destino, ya que hasta lo propios participantes habían logrado, junto a la dirigencia amante de la Paz en América y el Mundo esperaba y felicitaba a quienes habían logrado el acuerdo tan anhelado.
Extraña decisión y difícil porvenir para un Pueblo cansado de décadas de guerra entre hermanos.
Las dos partes beligerantes, han decidido mantener la paz, pese al siniestro zarpazo enfermizo de la violencia…
No se recuerdan antecedentes similares, en que incluso, políticos de la tradicional derecha, y la prensa a favor de la decisión manifiestan sentires felices..
¿Quién puede sentirse feliz de la inseguridad y al horror entre hermanos?
Siguiendo un estado de beligerancia como el que agobia a Colombia y países vecinos, no creemos sea posible resolver, si no lo es con mas gasto bélico, que ninguna de las partes pueden soportar sin agraviar aun mas a propios y extraños.
Sí, en cambio beneficiara a los tenebrosos fabricantes y vendedores de armas, que lamentablemente todos sabemos quienes son y donde están, y no lo es preciosamente en tierras suramericanas, mucho menos en la dolida Colombia.
Cualquier acuerdo de paz, por malo que fuere es mas fácil de corregir, que toda guerra donde el único fin feliz es la destrucción del otro, peor aun cuando ese otro es su hermano.
No podemos dejar de recordar el ejemplo que en su oportunidad dieran al mundo nuestras Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, junto a los miles de argentinos que sufriéramos la guerra interna montada por diferentes representantes del Estado argentino, y causaran miles de muertos y desaparecidos, muchos de ellos que aun esperan Justicia, y que en todo momento pusieran por delante: no a la venganza ni a la revancha, sí en cambio a la Justicia y la Verdad.
Ejemplo que el Mundo reconociera a los argentinos, y fuera motivo de expresiones de infantil ligereza por actuales dirigentes nacionales lamentablemente.
Algunos de los que también toman a broma evadir impuestos ganando a costa de la pobreza nacional y otras lindezas.
Por todo ello y mas que aun no se nos deja ver, en la maraña de información con que la “gran prensa” local e internacional nos aturde día con día, trayendo a la mesa de los argentinos la “mugre” de la violencia extranjera, como claramente lo advirtiera y no hace mucho, la ex Presidente sin mayor resultado; por lo que entendemos no es casual lo que este concurriendo al sur del Río Colorado, no justamente de nuestra Patagonia.
Vale tener presente entonces las recientes declaraciones del Presidente Correa de Ecuador, que no hay dudas ha dado pruebas de saber de que se trate cuando habla, y este Mandatario, golpeado como pocos por la conjura de la prensa a sueldo del interés concentrado, alerta que se estaría articulando un nuevo Plan Cóndor, con el que experimentaran las logísticas y fuerzas armadas de EE.UU desde su “Escuela de las Américas”, casualmente ubicada allá en el norte suramericano, y que provoco cuanto mal se recuerde en nuestras tierras, imponiendo regímenes títeres en cuanto país suramericano pudieron…