“…salir a decirle al furioso, hasta aquí no más llegaste” (*)
Un nuevo hecho de represión violenta en nuestra región debe llamarnos seriamente la atención a todos los argentinos en principio porque las directicas vienen de arriba, y nosotros vivimos en la Región.
Al margen de toda opinión sobre los hechos que han conmovido con la desaparición forzada seguida de muerte en Chubut aun en investigación, y ahora en una zona practicante exclusiva de Turismo y regodeo tradicionalmente de descanso y disfrute de sus enormes recursos paisajísticos, repleta de fuerzas en estado beligerante, que siquiera cuando el conflicto con Chile en 1978, con una situación artificiosa creada e impulsada por gobiernos militares dictatoriales de un lado y otro, se llegó a disparar con fines de exterminio, en estos días entre nosotros, junto al ya acostumbrado despliegue intimidatorio a civiles desarmados, y en clara desigualdad de fuerzas, seguidas de desmesurada represión en que se incluye desconocimiento de situación grave y excesos ridículos quemando viviendas de miseria y otras acciones que avergüenza a las fuerzas que las provocan.
Ya se nos hace común la represión oficial, ahora, con impresionante despliegue con todo tipo de armamentos, helicópteros incluidos para desalojar y llevar esposados a dos mujeres y algunos niños mapuches…
Más un joven de 21 años muerto por la espalda, y dos heridos graves mas
Estamos absolutamente en contra de la violencia de grupúsculos quemando y/o dañando propiedades como ocurriera hace poco en nuestra zona, para nada vinculadas a ningún tipo de relación violenta entre comunidades que habitan nuestro país, mucho menos naturalmente con refugios que sirven precisamente para eso, proteger a quien lo necesite, sea de la raza, color y religión que fuere.
Está claro que vamos transitando días difíciles y diferentes a los que conociéramos; pero, debemos recordar para entender mejor lo que hoy nos muestran quienes manejan la información, en Bariloche nos enteramos primero por TELESUR, canal venezolano, de lo que ocurriera en nuestra bella y turística ciudad, y hubo de sucederse más hechos e intervenir Derechos Humanos, comisiones locales vinculados a los integración con pueblos originarios, y hasta el Obispo, para aclarar lo sucedido.
Lamentablemente, vemos por la televisión porteña, y las explicaciones oficiales que no se aclaró nada, por el contrario los mismos furiosos que habían novelado en el caso “Maldonado” y lo que hoy está ocurriendo con el submarino extraviado en lo que a ellos corresponde, insisten en ver la cuestión como mejor conviene a sus intereses.
Repetidas veces hemos insistido en sentarnos entre nosotros a conversar sobre este tipo de temas que siempre han tendido a dividirnos, casualmente cundo hay tierras de por medio.
A su vez, reiteradamente sostuvimos el error de nuestra Carta Orgánica, al decir que Bariloche reconoce al Pueblo Mapuche “y demás pueblos originarios”, en una innecesaria división entre unos y otros de los que conformaron la Nación Argentina y conviven en ella.
Para la sospechosa ignorancia oficial al respecto, cuando estas Etnias originarias, naturalmente anteriores a la existencia de Argentina, Chile y todos los demás, ellos y otras vivían de un lado u otro de la cordillera que nos une, inventar en si era anterior o posterior a otras, importa solo a la mala intención quienes lo sostienen.
Esta clareo que nuestras dirigencias, que entiende que el Turismo no es una industria de gran éxito mundial, sino un especulativo negocio privado, tampoco debe entender el riesgo que en adelante, de seguirse con el dislate porteño jugando a la Segunda Conquista del Desierto, signifique para la mayor y/o única producción económica de la Región.
(*) “Canto General” – Pablo Neruda