“El miedo llega los últimos confines, mi tía lee estas noticias horrorizada” (*)
Hoy en un mundo que parecía hasta ayer, haber dejado atrás las conquistas territoriales en las que llegamos a vivir, en que países inmensos en territorio y cultura, además súper poblados como China e India llegaran a ser colonias de una minoría europea explotadora, que hacia mofa de tales antecedentes nutrientes permanentes de la cultura universal; parecemos no advertirnos de los nuevos peligros que acechan detrás de cada movimiento de los nuevos imperios.
Así los daños hechos a sus enormes culturas y tradiciones, en las hoy pujantes sociedades asiáticas que dejaran en su huida, una India, dividida artificiosamente, o China en manos de sus sometidos Mandarines, dueños del opio y sus consecuencias, o las aún peores “potencias” centrales, hoy reducidas a ejércitos que el dinero logre organizar para ellas…
Hoy, escasas décadas mas acá, pareciera volverse una vez más hacia a la solución violenta, como respuesta que la Humanidad pueda ofrecer a un futuro cercano.
Y a la larga o la corta, como entonces, nos morimos lo mismo, algo que no lo advierten estos dirigentes sedientos de más ganancias.
Luego de la segunda guerra mundial, un Mundo sorprendido en las consecuencias, parecía darse cuenta que había otras maneras de reencontré n un mundo un aturdido por los estallidos nucleares, y el dramatismo inicuo de los campos de exterminio humano, que hoy se reemplaza por bombardeos dirigidos por computación, en las inmensidades asiáticas o africanas, a nombre de un “democracia Occidental”, que las víctimas no conocieron ni conocerán sus descendientes
El neoliberalismo capitalista que no había sufrido en si propios las matanzas feroces, ni los bombardeos inhumanos sobre Japón, destruyendo sistemáticamente ciudades abiertas, insistió a pesar de buscar la recuperación, dejando de lado enormes esfuerzos de ello, en armamentos increíbles, hacia donde fueran yendo como una Alemania que a tres días de la rendición, en la Berlín arrasada, funcionaban los subterráneos…
Pero, concluida semejante devastación que el mundo no recordaba en tal escala, EE.UU. no dejo de mantenerse en guerra un solo día, y casi hasta por contagio, fueron armándose los países de enfrente al sistema, como la URSS, detrás de una conocida campaña de Conquista del espacio, sin escuchar para nada a dirigentes como Konrad Adenauer que en la desbastada Europa, insistía en advertir a ganadores y derrotados de esa guerra, poco menos de extremeño, afirmándoles que “el enemigo es la pobreza”, y sobre tal definición lograra conformar la Comunidad Europea, rescatándola de la “beneficencia de los planes financieros de los ganadores, juntando los países hasta ayer enfrentados con el éxito conocido para con un mundo que parecía encaminarse hacia una paz sostenida por todos.
Hoy, hasta este éxito compartido tambalea frente figuras extrañas y peligrosas, y la cabeza neo liberal insiste en asustar a todos, mísiles nucleares en mano, ante un país minúsculo comparado con su poderío conocido, y en todas partes desaparece el pensamiento y la discusión superior, remplazados por excesos de manejo financiero, sin pudor ninguno declamando horizontes delirantes, donde la vida humana importa poco o nada.
En esta alternativa, nuestros dirigentes aparecen con una vara de olivo detrás de fuerzas armadas extranjeras autorizadas para asentarse en nuestra Patagonia, tradicionalmente desmilitarizada…
Pocos saben, y seguramente nuestra dirigencias menos aún, que en las latitudes patagónicas desde nuestro paralelo 40 al 60, en que se halla el Círculo polar, entra toda Europa, EE,UU. Rusia, y el Mediterráneo, en esos lugares sus dirigentes abrirían sus puertas a una fuerza minutar extranjera, adicionalmente invasora, especializada en espionajes y difícil de sacarse de encima una vez asentada?
(*) Canto General – Pablo Neruda