No apartarnos de la huella
Nos reiteramos en que deberemos atender a como suenen las noticias, que se nos muestran como principales y al final resultan no serlo.
Así, la violencia política ha existido desde muy antiguo, y sin dudas desde el origen de la creación misma.
Caín y su perversidad fratricida, y otras corruptelas baratas, hasta los mismos Dioses creadores que no tituben en responder con exagerada violencia, dada su condición
El Mundo sigue a los tropezones y cada vez lo que fuera reacción violenta de unos pocos, se ha hecho costumbre y hoy, que desde el fin de la Segunda Guerra mundial, no pasó un día en paz, y los hechos barbaros se suceden sin cesar, el terror como política de Estado o al revés, como consecuencia de ello, se hace costumbre y mala por cierto.
Y ello metido en las comunicaciones comunes nos provoca un desastre cultural, donde no faltan los dirigentes, unos más pequeños, otros más violentos, y otros más ridículos; que apoyan tirar los diferentes por arriba de los muros, a fomentar hacerlo en mar abierto, o por qué no?, enterrar pueblos enteros de un solo bombazo…
No nos dejemos embaucar, hay violencia y muy mala, pero no tanto, peor son los que la exaltan en todo momento o la impulsan en favor de sus intereses..
Estuvimos y estamos sufriendo la muerte de trece personas en Barcelona, uno es mucho, trece aún más; pero acá muy cerca de nosotros desapareció un argentino en una represión oficial y pareciera que su vida fuera de menos calidad que aquella pobre gente asesinada inútilmente.
Ahora bien, cuanta gente vive en Barcelona y alrededores, que recibe más de 30 millones de turistas al año?, y cuantos en el sur argentino donde viven los restos de Pueblos originarios, que son puestos como enemigos de los argentinos por dirigentes oficiales, porque usan martillos, palas, y otras herramientas de labor.
La diferencia es abismal.
Además de habernos metido en medio de un problema étnico traspalado, volviendo a anotarnos entre los países con gravísimas acusaciones de irrespeto la ley.
Algo que no solo es grave, sino que agravia la dignidad de todos; cuando vamos a entender que si nos acostumbramos a vivir en la inmoralidad y la violencia incluso en la propaganda comercial que se repite y repite todos los días como algo habitual, seremos naturalmente violentos, como nunca lo fueron los argentinos en general?
La muerte reiterada de mujeres por naturaleza de genero aparece incorporada en nuestra Sociedad; cada día se encuentra a un recién nacido tratado como despojo; los menores utilizan arnas para lo que mejor les parezca, y al “guapo” que se lleva la ley por delante, poco falta se lo condecore por ello.
Alguna vez dijimos lo que fue costumbre en la enseñanza familiar como norma a los hijos varones en la familia argentina: a la mujer no se le pega, al más chico no se le pega, al caído no se le pega…
Y así era en cualquier familia argentina, y lo hacía cumplir su propio entorno.
No será hora de volver a las buenas costumbres? Creemos que sí y no tan difícil
El Mahatma Gandhi, aquel enorme ser humano de frágil presencia que con resistencia pasiva y no agresión lograra derrotar la barbarie imperial inglesa que colonizaba la India, afirmaba “si seguimos pidiendo ojo, por ojo, terminaremos todos ciegos…”
Es tan difícil erradicar la violencia de las pantallas televisivas, de los comentarios políticos y periodísticos?
Sobre todo el morbo obsceno y truculento con que lo trasmiten muchos comunicadores, reproducen y trasmiten de continuo?
Y todo esto, creemos no sea más que otra consecuencia lamentable de las políticas especulativas que se entrecruzan arbitrariamente con todo lo bueno que aun mantienen nuestras sociedades, y muchas veces menospreciamos sin advertir el daño que a si propios nos causamos, sumándonos violencias ajenas, dejándonos aturdir, cada vez con más complacencia.