En Bariloche, cuando nieva cae dinero del cielo… (*)
Que nieve en nuestra zona, y en nuestra ciudad, al comienzo de la temporada turística, debería haber sido motivo de enorme satisfacción y agradecimiento a la buena suerte en tiempos de crisis económica.
Hoy en cambio, lo ha sido de quejas más que fundamentadas y motivo de serias preocupaciones a futuro.
Con expresiones hechas desde “adentro” de las convicciones del visitante a Bariloche, como “acá, no vengo más”, y otras aún peores respecto a la falta de atención humanitaria a quienes se sintieran abandonados a su suerte…
Porque mejor muestra de fallas estructurales en casi todas las actividades básicas de la comunidad, no se pudo dar. Principalmente en las que hacen al Turismo, mono economía impuesta a la comunidad desde hace poco más de medio siglo, siempre precisamente por las condiciones naturales que la conforman y hacen a nuestra zona-
Es cierto que paso de todo, y por esa suerte que siempre nos acompañó no se dieron hechos graves/o fatales.
Con el tiempo se irá aclarando por que ocurrieron tantos yerros urbanos juntos en tan poco tiempo; pero la dirigencia, en especial la oficial con responsabilidad en Turismo y/o el cuidado urbano
Entre dos y tres días sin luz ni agua en barriadas densamente pobladas, algunas con respaldo vecinal para aguantar la improvisación oficial, otras con problemas graves todos los días y, muchas de ellas con gran cantidad de turistas en cabañas y hoteles; prestadores que parecieron no haberse dado cuenta del problema, y cuanta cuestión se quiera imaginar ocurrió en estos días.
No vale la pena mencionar más absurdos ocurridos, inimaginables en una sociedad que dice promover al Turismo del cual vive.
Al contrario, escuchamos a muchos extranjeros, especialmente brasileños, recién recuperados por la actividad, quejarse con toda razón, de la absoluta desatención, en algunos casos hasta inhumanos, como no brindar nada más que datos de contacto, imposibles de lograr y no remediarles ni el frio, ni el hambre ni nada.
Lo decimos así, porque para los miles de barilochenses y visitantes, que encima pagan por estar entre nosotros, no creemos sea motivo de bromas.
No pudieron recurrir a las instalaciones militares, gimnasios o escuelas, para asegurarles por lo menos calor y alguna comida caliente?
Esperamos la dirigencia actual, lo entienda, como no lo entendieron durante décadas las anteriores, para las cuales muchos quisieron ser los más “vivos” y no el más capaz; que haya nevado en forma más importante (no más intensa), que en años anteriores no justifica carecer de infraestructura adecuada a los tiempos que vivimos.
En nuestros números aniversarios, hemos publicado fotos de máquinas “chupadoras” de nieve trabajando en los alrededores de la ciudad en los ’60, en los ’70 las había en el aeropuerto, hechas con turbinas de aviones adecuadas por un ingeniero de Centro Atónico; además de las máquinas que hasta no hace mucho limpiaban las calles principales en poco tiempo. ..
Hoy, a días del fenómeno climático aun funciona a los tropezones el aeropuerto y la ciudad, mientras discutimos si planta nuclear en Rio Negro, eco tasa o que lugar es mejor para un centro de convenciones… Nuestros dirigentes pasan los suyos “hablando” de realizar tremendas inversiones para un mejor “desarrollo” turístico, en salas de congresos, arcos de bienvenida como mayor infraestructura, y cuanto más se quiera decir que, seguramente no lo crean mucho ellos mismos; pero, ¿cuándo se ocuparan nuestras dirigencia de lo que tienen delante de sus ojos y como negados de entendimiento dejan pasar de una generación a la otra?
Por suerte muy pocos dirigentes del turismo local, se han “molestado” por hacer públicos estos hechos lamentables y algunos más que definidamente delictivos, que nos agravian a todos
La nieve caída al momento de colapsar actividades en aeropuerto, no superó los 40 cts.
(*) Antiguo dicho popular en nuestra zona.