La exaltación de la violencia que tantas veces hemos criticado, como encarnaba en la prensa nacional dominante, y no creemos para informarnos, porque en muchos casos se “guionan”, hasta con efectos musicales, y no hay hora ni programa en ellos que no se resalte algún ilícito violento, incluso cuando ocurre fuera de nuestro país en casos que en nada interesan a nuestra sociedad, pero con los que insisten para mayor envenenarnos las comunicaciones internas, tratando de tapar la realidad dura y lamentable montada sobre la destrucción económica y social que vivimos, se repite machacona e inconsciente por la prensa local afín; hasta en las propagadas comerciales, obligándonos a preguntarnos si solo nosotros lo advertimos, si es casual o dirigida.
Como una consecuencia natural de lo anterior nos parece la medida brutal, dispuesta oficialmente en contra de la discapacidad, principalmente, aunque también para con jubilados que aportaran toda su vida útil para encontrase con estas “gracias oficiales”, Sin dudas grave problema social y humano, y de quienes la sufren en Argentina, como una afrenta al reconocimiento que nuestro país había logrado hasta el arribo de la actual gestión neoliberal, que no cesa de mostrar sus características, luego de los discursos llenos de “más república, igualdad y viva le amor”, etc.
Aunque en este caso, entendemos avanza sobre el derecho a la vida de esos argentinos privados administrativamente de cuidados y derechos adquiridos.
Si algo no es discutible de la gestión anterior, sin dudas es la cobertura social alcanzada, que no registra antecedentes en la historia nuestra; podrá discutirse y con razones demostrables la forma, pero jamás incorporar el trato inhumano que exhibe esta medida, oficial. Similar al “cuasi” regocijo que causa a importante sector oficial, la detención, ya por casi dos años de Miagro Salas sin causa justa, acompañada de la destrucción física de su obra social elogiada incluso por él, Papa argentino.
Y también un hecho local, que conmovió al personal policial interviniente que está acostumbrados a tratar con la violencia social, y fue encontrarse un equino de pocos años que se hallaba enfrenado, sin mayor posibilidad de evitar el final que tuviera: muerto y desbastado para ser consumido sus restos… a escasos kilómetros de la planta urbana en Colonia Suiza, un paraje tradicional de Bariloche.
Un hecho de barbarie que nos ofende a todos, solo explicable en las actuales condiciones sociales a que ha sido llevada la Sociedad, que se entiende solo como consecuencia del hambre para con los excluidos en el país de las vacas y el trigo, capaz de alimentar al mundo…
Centro de Congresos, no volver a insistir por el camino equivocado…
Se vuelve a hablar de un Centro de Congresos de Convenciones -esta vez a pagar en dólares-, y comienza una vez más el delirio mediático en Bariloche.
Que nos disculpen, pero nos obliga a recordar otros tiempos que por el mismo tema se habló hasta por los codos, se gastó sin mayor sentido y no se concretó nada.
Y hasta podríamos decir por los mismos que entonces, ellos o las entidades de las que participaban o sus intereses, insisten en eses mismo camino.
Hoy, el tema ya no es novedad para nadie, es más otra vez muy pocos recuerdan aquella simple definición de un vecino relacionado al tema y se empecinan en no tener en cuenta, D. Alfredo Sauter, que de él se trata, con su enorme experiencia en Turismo, luego de una extensa trayectoria, culminada como Secretario Nacional además, lo definía como un “Galpón de lujo” en contrario al “elefante blanco” que se intentara en nuestra ciudad; y, en el que sistemáticamente pareciera encaminarse la dirigencia local, váyase a saber con qué fines de exquisitez promocional, porque en desarrollo turístico seguro no lo es.
Definición a la que adherimos, en contrario a nuestra dirigencia comargueña que en su momento lo colocan como la “piedra basal” del horizonte turístico local realizable.
De tal manear que hasta abandonaran seguir con lo hecho en el Gobierno militar, que llevaba millones de dólares de inversión, y ahí quedo, al costado de Pasaje Gutiérrez; primero como un reproche a aquella gestión de Gobierno, y luego hasta ahora, a la incapacidad de la dirigencia para hacer “algo” con semejante inversión, entre otras zonceras en esto del Centro de Convenciones, una vez como a escondidas en el Puerto -hoy también abandonado-, o en Movilidad de Parques Nacionales en Costanera, entre un montón de propuestas y gastos que el tiempo olvidó y dejó olvidado.
Y por lo que volvemos a escuchar, sin aprender mucho, menos aun si tenemos delante el folleto promocional de aquel que derivo en el EMPROCENTRO, otro ENTE burocrático gastador e inútil, que solo sirviera para solventar la buena voluntad de calificados vecinos, como el arquitecto De la Cruz o Ernesto Ríos, ya fallecidos lamentablemente, entre otros más, tampoco escuchados, como el proyecto mas que realizable e integrador de la Universidad del Comahue, conformando panorámicamente en hermoso paseo a la misma con el Congreso sin agravio ninguno al desarrollo local, y por el contrario poniendo en valor lo existente.
Y hasta recordamos otra propuesta, privada, presentada al inicio de la recuperada Democracia; que, de revalidarse hoy, creemos sería poco menos que la mejor, esto es: conformar una sociedad mixta -privada (proveedores comunes al funcionamiento del Centro: hoteleros, transportes, gastronómicos, agencias, etc., como socios activos asegurando excelencia en provisión de servicios, si se quiere entidades de 2º grado), Municipalidad y/o Provincia- cada cual, una voz y un voto, no el 51% y avalancha política.
Riesgos compartidos, sin fines de lucro ni privilegios y en beneficio de todos.
En aquella propuesta se pedía que el aporte municipal consistiera en los terrenos de la Pileta municipal
Vale aclarar que esta propuesta, es muy parecida en su estructura a la que reiteradamente hemos formulado, con intendentes nacionales más que demostrables de éxito, para el Parque Industrial en nuestra ciudad, que sus dirigentes aun o entienden.
Ahora ya está, y lo vamos a pagar todos, que esta vez la dirigencia no se obnubile e insista en la misma piedra.