Cuando habla la gente de bien, la moneda no debe sonar… (*)
Las idas y venidas internacionales en especial sobre temas que en la mentira organizada a que nos acostumbráramos prácticamente no se mencionan, y, de los cuales se sabe, poco, debería preocuparnos algo más.
Está claro que para los más poderosos, como lo señalara el propio Papa Francisco la guerra es su mejor negocio en el mundo actual, y del que a veces nos enteramos cuando desaparece algún grupo más o menos numeroso de personas, las cosas se desarrollan como ellos las han previsto; pero poco y .nada conocemos de grandes guerras anteriores, que, no siempre ocurrieran como las planifican los que mandan, solos sujetos a su voluntad, e intereses.
Así la de Vietnam, donde se arrojaran más bombas que en toda la 2º Guerra mundial, entre otros “festejos” represivos, empezó, por “dispararle” a un barco de Guerra de EE.UU., que patrullaba el mar vietnamita ocho torpedos, que luego se desmintió habría sido un “error” de radar y más tarde… “Vietnam no tenía marina”
La matanza posterior nunca se explicó muy bien porque fue….
Más cerca y recordable aún debe ser el Secretario de EE;UU mostrando a Consejeros aterrorizados, el frasquito con el “arma química” que Irak tenía para hacer mal a los buenos del mundo; y que, luego de arrasarla nunca encontraran ni veneno para lauchas…
En nuestros días, es el caso de los festines bélicos financieros, sin interesar nacionalidades, ni religiones ni otros motivos como los hubiere que los justificaran en la antigüedad.
Y sin embargo, con absoluta racionalidad se nos explica y entendemos enseguida, que es casi normal que jóvenes de algo más de veinte años, gemelamente disfrutando la vida socioeconómica de los países desarrollados, un buen día se levantan con dolor de estómago, no tiene otra cosa para hacer y sin pensar en el día de mañana se atan unas cuantas bombas a su cintura o desenfundan un arma de tremendo poder de fuego y se convierte en fieras de terror para muchos, entendiendo generalmente que cada vez la vida de esos seres sin dudas es más barata y con algunos que logre eliminar es suficiente para justificar ese tipo de actitudes personales.
Porque hasta se entendería en casos de guerra o lucha pareja, donde es el otro o uno mismo la victima, acá seguro es la propia.
Es muy loco no?
Claro, es terrorismo, y si logramos comprender que además, es fatalismo religioso de credos ajenos a nosotros, más terrible aun, y mucho menos justificable.
Seguramente sea por eso, se sale a matarlos donde se los encuentre, por las dudas y como acaba de ocurrir en algún pueblito europeo, donde estaban persiguiendo dos “posibles” terroristas, se mató a cien más, que nada tenían que ver…
Y nadie se preguntó que son estos que mataron a cien seres humanos más…
Ahora bien, que un Presidente de la mayor potencia militar del mundo, en su primera gira internacional, va y vende a un país ubicado en pleno territorio de guerras y violaciones de normas legales y humanas, en Palestina, en el mundo de hoy, mas de cien mil millones de dólares en armas, no irrita nadie de los buenos “pacifistas” de nuestros días?
Y entre nosotros, dejando de hablar de los extranjeros que nos quieren tanto y hasta se preocupan en protegernos, ¿cómo puede calificarse a la pretendida compra de armas que a escondidas llevaban adelante funcionarios más que importantes del gobierno?, y que, al parecer se desbarató en lo principal; pero, por debajo, sin irritar nuestros buenas maneras de vivir; seguramente quedaran algunos miles, no la barbaridad que se descubrieran, y ahora ya para protegernos de los cortes de calles y ollas populares, y otras protestas populares menores…
(*) Antiguo dicho popular en desuso