Hablando de Cambios
Como estamos en tiempos de exaltación al cambio, recordemos uno mas que importante, trascendente y de actualidad…
Hace 87 años, el Presidente Roosevelt, jaqueado como nunca en la historia de su país, por el derrumbe de las Bolsas comerciales, aupadas a una desocupación que llego a 70 millones de personas, con una economía quebrada, lanza lo que se conoció como el “New Deal”, o “Nuevo Trato”, aconsejado por J. Keynes, distinguido economista ingles, famoso a partir de entonces por encontrarle solución a la crisis capitalista de EE.UU, envuelto en un vendaval político y económico mundial que a poco estallaría con terribles consecuencias, y de la que EE.UU, gracias al éxito del “New Deal”, saldría convertida en potencia económica y militar del mundo.
Entre uno y otro hecho, poco más de un par de décadas…
En nada parecido a como atienden los economicistas locales nuestros problemas.
Para tener en cuenta, cuando creemos que la culpa de nuestros males, siempre la tienen otros; y esto, va a cuenta que el capitalismo es el mismo sistema creado por Adam Smith y los suyos, incluido Keynes, y sus problemas “de manual”, los mismos, haya o no haya un “malo de ocasión”, nuevo en tiempos distintos. Según nuestros expertos de Harvard “con currículo”, o mas simples y vernáculos de acá nomas.
A mitad del siglo XX en las Universidades Nacionales, en Economía Política se comentaba un dialogo entre Roosevelt (desesperado por la desocupación) y Keynes, economista capitalista reconocido, que mas o meneos era así para salir de la misma: -Keynes preguntaba y Roosevelt contestaba-“… ¿EE.UU. tiene buenos recursos naturales?, los mejores y de todo tipo; y ¿y los recursos humanos?, excelentes, somos crisol de razas; ¿seguramente afecto una peste grave?, no ninguna; ¿tal vez algunas catástrofes?, tampoco. Entonces, esto tiene que andar, hay que cambiar el “magneto”, eran los tiempos del Ford T, cualquier coincidencia…
Y como?, pregunto el presidente. Contrate mil personas para hacer mil pozos; y para que quiero mil pozos?, para contratar a otros mil personas para taparlos, y ya tiene dos mil ocupados; pero, deles de comer y un penique para llevar a su casa…” Rematando con un: “y como somos capitalistas, el que mas gana, mas paga”
De ahí nacen los gravámenes a la renta extraordinaria, que tanto molesta a nuestros dueños de campos..
Y así comenzaron las obras públicas una detrás de otra, e inversiones pequeñas y productivas con intervención estatal, y hoy, es una potencia hegemónica.
Años después, en un apacible rincón de la bella Suiza, se reunieron Milton Friedman- luego Premio Nóbel de Economía, como Churchill de Literatura y Kissinger y Obama de la Paz-, con un grupo de amigos que llegaron a la conclusión que el Estado no debía intervenir en el mercado, creando lo que se dio en llamar el neo liberalismo, para salvar a EE UU, del “comunista” de Roosevelt y retirar al Gobierno del mercado; antes de ese neo liberalismo, aun gobernante. Roosevelt había salvado a EE.UU. de la mano de las ideas de Keynes, que insistía en que el Estado, en un sistema capitalista debía intervenir, especialmente cuando la cosas venia mal, como en 1929 en que los capitalistas se tiraban por las ventanas y los trabajadores comían en ollas populares, cuando podían hacerlo.
Keynes eso lo explicada fácilmente y hasta podríamos volver a intentarlo en nuestra risibles economía
Con Friedman y sus amigos, el pernicioso neo liberalismo que incluye milagros esotéricos, se metió, reunió los que más tenían en el mundo y se quedo con todo lo productivo y sus riquezas.
Y si se pregunta que tenemos que ver nosotros con Keynes y todo eso? Para nosotros tal vez sea mas recodado el Pacto Roca-Runciman que nos sujeto al carro del capital financiero, con nuestra economía como “granero del mundo”, con oficinas retírales fuera del país, por que si no, no le vendemos a nadie libremente…