El tránsito en la ciudad

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¿Nuestros funcionares, en especial municipales y la dirigencia local en general, no advierten el enorme crecimiento del tránsito que se observa en nuestra ciudad?

Y en estos días, tendremos el aluvión de turistas, que tanto añoran, con sus propios vehículos.

Creemos sea imposible no advertir que si ello ocurre, y nuestra dirigencia sigue en descanso, van a haber muchos casos de accidentes graves, cuando no verdaderos desastres por culpa del Tránsito incontrolable, que se ha dejado ir armando váyase a saber porque rara consecuencia de la pandemia, aunque en verdad no creemos tenga nada que ver… Ni hablar con la llegada de turismo estudiantil, con vehículos de gran porte, que tradicionalmente sabemos cómo se manejan en nuestra zona. No conocemos alguna norma que lo haya estudiado y sea de aplicación, pero vemos que en esos días el tránsito es realmente difícil, si no peligroso en muchas arterias de nuestra ciudad.

Esta observación nos lleva a las reiteradas veces que nos hemos ocupado de estas situaciones a las que pareciera Bariloche no tiene nada que ver, aunque de ellas hablemos y hablemos constantemente.

Por ejemplo, aunque tantas veces hemos reiterado el problema, del transporte de pasajeros; ¿cuantas veces se trató?

Alguna vez se resolvió en positivo… y en cuantas participaron las entidades interdecías con sus colegiaturas, gremios, técnicos, etc…

Ahora otra vez  se insiste en soluciones onerosas, y creemos que también se haga de buena fe,  aunque equivocada, porque de una buena vez, en una Municipalidad como la nuestra, que además de su dilatada y extraña conformación urbana, necesita ocupar a su  gente. No olvidemos  que Bariloche,  a raíz de la falta de planes de desarrollo orgánico productivo es “cíclicamente  productora de mano de obra desocupada”, dada que su principal ocupación laboral es temporaria, por qué no apelar entonces a salidas diferentes que han demostrado  ser exitosas en otros lados, como es la creación de Cooperativas de Transporte urbano. Y una nueva regulación del Transporte interno, y no seguir con recorridos por demás extensos que para nada han satisfecho la necesidad del transporte en Bariloche, y naturalmente echar mano al uso de transportes mas pequeños y racionales para nuestra ciudad.

Y si algún grupo dirigente se motiva, por qué no desarrollara más concretamente el sistema cooperativo, incluso con participación oficial, para provocar una reactivación concreta del desarrollo interno de Bariloche.

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