Justicia Social, nuestra deuda con la historia

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Somos de los que aseguramos, que el nuestro es uno de los países con mayores posibilidades económicas del mundo conocido. No creemos tenga un rincón de su extensa geografía en que falte alimento o la posibilidad inmediata de encontrarlo, y rehacer cualquier condición de vida; sin embargo, desde siempre arrastra circunstancias de carencias para sus habitantes, con contradicciones increíbles aún en estos tiempos de asombros tecnológicos.

Ayer no más, una conocida dirigente política de la gestión pasada, con grandes ambiciones políticas, afirmaba que aquel nacido en la pobreza no llegaba a la Universidad, y otro dirigente importante de esa misma gestión aseguraba que “ se le hizo creer a un empleado medio que su sueldo servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior”, entre un montón más de frases lapidarias para aquellos de clase media abajo.

Un lejano 26 de julio de 1952, fallecía en Buenos Aires en el máximo del esplendor de su vida, Eva Duarte, esposa del Presidente Juan Perón, con apenas 33 años de vida, de los cuales solo siete fueran dedicados a la actividad política, de ellos, más de uno del final consumido por una enfermedad que la postro físicamente.

Su fallecimiento generó expresiones delirantes de dolor popular, admiración, fanatismo y hasta profanación de su cuerpo embalsamado y llevado a esconder en el extranjero, en la gestión dictatorial que siguió al golpe militar del ’55.

Sin dudas cometió errores, aunque ninguno parecido a los cometidos por sus críticos más acérrimos, como el ametrallamiento y bombardeo de Plaza de Mayo, provocando la muerte de civiles en un número iguala al de las víctimas de la Gesta de Malvinas, como los fusilamientos posteriores.

Todo ello, en tan escaso tiempo fue Evita, y más, logrando instalar una muy vasta política de igualdad social, el voto femenino, y una política de Justicia Social por encima de toda” beneficencia”, que resiste desde los tiempos bíblicos como herramienta para el sometimiento de los más débiles, también trascendentes reformas laborales, etc.

 La política que llevara adelante esta mujer, nacida en el campo bonaerense, con la minina instrucción cívica que se enseñaba entonces en las escuelas rurales, la llevó a ser embajadora de paz en la Europa de pos-guerra,  y dio origen a la agrupación política del Justicialismo que aún existe con importancia relevante, aunque sin la encarnadura que ella propusiera. Como un ejemplo más de los desencuentros a que nos satisface someternos los argentinos.

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