En la Sociedad problemática y febril… (Parte 2)
Así, veíamos hace un par de años atrás, a los tiempos que vivimos los argentinos, y obviamente nosotros también, que no estamos tan ajenos a los problemas de esa Sociedad central, cada vez más lejos de sus hermanos argentinos, aunque insistan en estar ocupándose de todos cuando esta demás aclararlo que no a todos alcanza la mano de quienes dirigen los destinos nacionales, que, tal vez, lo hagan así por desconocimiento de las mayorías, que ocurre y en muchos casos no lo advierten sus responsables envueltos en problemas de nunca acabar..
Pero entre nosotros con los mismos problemas cotidianos, que se pasan de una gestión a la otra, pensados siempre que ahora si, damos vuelta la cuestión y seguimos juntos a un destino mejor; y nada, a poco, todo se pone peor y cada vez más seguido, sin discontinuidad ninguna insistimos una y otra vez en darnos contra la misma piedra.
Porque que algo nos salga mal, bueno todos nos equivocamos pero, una y otra vez, y cada vez más casi como condición “sine qua non”, cansa al espíritu más emprendedor, aunque se lo dibuje a éste en las nuevas políticas a realizar.
Que vuelva a haber argentinos con hambre y así se los reconozca, en el mero dato estadístico, sin volcarse todos a buscar la solución inmediata de ello, cuando vivimos precisamente en el país del trigo y la carne realmente nos parece no tener más vergüenza que la necesaria para circular por la ciudad “en ropa interior”.
Uno de cada dos niños argentinos no come regularmente o padece hambre, señores dirigentes responsables de que ello no ocurra!
En nuestra Argentina, siempre, desde el origen sin dudas falten dirigentes capaces, pero también siempre, sobra la comida
Acaso no haya quedado uno al menos de los que colaboraran con la Caja Pan en el gobierno de la ex-UCR, para responder a tanta vergüenza nacional?
Con que animo se puede emprender tareas comunes, si de entrada cierran las fábricas, o se despide sin mayor pudor en nación, a cientos y miles, que se sabe no se pueden reubicar en el corto tiempo. ¿cuál es el paso siguiente, si no atajarse del delito generalizado que cada vez más agobia todos…
Con el liberalismo que no y el justicialismo que si, que esperamos para volver a la Justicia Social que ya había encajado “en nuestra mejores costumbres y la legislación nacional?