¿Si podemos, por qué no hacerlo bien?
Nuestra ciudad carece de muchas cosas que hacen a una ciudad en desarrollo, o que busque alcanzarlo, con mayor razón en Bariloche con sorprendente crecimiento, realizado desde medio siglo atrás, hasta nuestros días, sin haber perdido tal característica en los últimos años; circunstancia que en vez de mejorar la situación, entendemos la agrava, toda vez que el “sálvese” quien pueda, es prácticamente un manual de costumbres urbanos.
Y para peor, si cabe, lo que se hace se hace mal, por una u otra cuestión, como lo vemos a diario.
Y si para muestra basta un botón, acá van dos: el ya emblemático Paseo Costanera y Natatorio municipal hecho para Bariloche por la Secretaria de Turismo Nacional en 1962… fracasado varias veces en su intento de hacerlo funcionar solo para natación… con todo pago, se dispone ahora un destino menor, en un lugar más que especial y el otro, es el Centro de Congresos y Convenciones que aparentemente sería la solución ideal para el Turismo local abandonado, a su suerte por los que siempre saben de todo, y para el caso, la “solución feliz” se produce desde 1982, con un predio importante donado a la municipalidad local con casi cinco millones de inversión en el mismo, para paralizado o mejor dicho abandonado, desde entonces con todo tipo de intento de eliminarlo de cualquier manera del fin que tenía en principio, buscando hacer con el mismo de todo, mejor era seguirlo, un con otros fines pero aprovechar lo hecho, que en dólares era mucho; y las necesidades de Bariloche al respecto también.
Los que “siempre saben de todo”, optaron como es conocido entre nosotros por un nuevo dislate, y ahora está “obra” un teatro, con final incierto.
Con todo el respeto que nos merece la actividad artística, el mismo pudo haber sido parte integral y jerarquizada del Centro de Congresos, etc., que nunca se realizó.
Creemos debería ser tema de examen a fondo, no puede ser casual que las obras de alguna magnitud, avancen con excesiva lentitud, cuando llegan a despegar, y fatalmente concluyan mal en la mayoría de los casos, aunque entendemos en casi todos incluso se buscan finales equivocados.
En el primer ejemplo, ubicado también en un Puerto que no debió siquiera intentar construirse, como se había resuelto en un análisis técnico de la mayor jerarquía nacional en1971; hora se trasformara en una “pista para patinetas”… hasta no parece serio, aun utilizando palabrejas en idioma extranjero para jerarquizar al tema.
Realmente nuestras dirigencias, oficiales y privadas, no advierten este tipo de situaciones?
Vemos por otro tema similar y parecido en su fracaso, que el Colegio de Arquitectos, sale a participar en una posible solución, porque en esto no?
Esta crio que quienes creen saberlo todo y de todo opinan, no siempre llevan razón, si alguna vez aciertan.