Al rescate de nuestra cultura
Varias veces nos hemos referido al demerito, cada vez más agudo que sufre nuestra cultura, desde hace años.
Pocas décadas atrás, cualquier alumno de nuestra enseñanza media oficial, además de la temática básica, si quería como muchas veces lo hacía, incrementaba su cultura personal con lecturas de los grandes pensadores, filósofos, poetas y científicos en general.
Hoy en muchos casos los propios docentes, incurren en disparates públicos, sin pudor ninguno, como el ex Ministro de Educación nacional, político de primera línea además, que venía proponiéndonos la segunda Conquista del Desierto, cuando no funcionarios de la mayor jerarquía nacional incurriendo en horrores históricos, en público sin retractación alguna.
O el propio Presidente de la Nación en lamentable recordatorio ante un Rey abdicado, del bicentenario de nuestra independencia.
Y hemos culpado a esa caída cultural que aflora en sucesos sorprendentes, cuando no aberrantes en hechos delictivos que nos agravian como Sociedad.
Y la seguimos entendiendo como es, una carencia a insustituible, aunque nuestras autoridades ya desde las dirigencias directamente vinculadas, o colegiadas, parecieran no darse por enteradas y/o interesarse en su corrección.
Otras tantas veces nos hemos referido a la obscena exaltación de la violencia en la televisión de la Capital Federal impuesto a todo el país, minuto a minuto.
Pruébenos casos la información desparece pues comienza, y sigue una teatralización aborrecible, hasta escenificaciones como el caso de la muerte del fiscal, o los más “baratos” casos en que se busca el morbo y hasta acompañado con música de fondo…
Ahora, acompañando una presunta banda de guerrilla de un puñado de descendientes de pueblos originarios, con un apoyo exterior más que ridículo, para tratar de justificar medidas dc políticas entreguistas de tierras y recursos naturales, se desata una “lluvia de denuncias de bombas en colegios”, está más que probado el dislate, aun admitiendo sean alumnos un poco loquitos…
Creemos la misma razón, tan peligrosa que incluso vemos alumnos loquitos, que van a terminar procesados y hasta presos en vez de estar estudiando, jugando o divirtiéndose, etc.
Pero la campaña de exaltación oficial aun oficiosa, se mantiene y nos abruma a todos.
Por eso insistimos en la cada cultural que vemos cada día en sostenido avance, impulsada preferentemente por una mala comunicación pública, que responde más a intereses ajenos a uno haciéndonos dependientes colectivos, al interés comercial barato, cundo no acostumbrarnos a lo que se nos quiera hacernos tener por ciento.
Técnica comunicacional pos-Vietnam, aplicada masivamente en todo el mundo, con el éxito conocido; donde por ejemplo hoy cualquier joven argentino hoy sabe más de cualquier artista extranjero, preferentemente anglo sajón que de los de su tierra.
Tan así, que prácticamente han desaparecido las tradiciones nacionales más comunes
En cada uno está el valor de rescatar la propia cultura nacional, que nos formó desde la Escuela Pública, nada tenemos con aquella violencia institucionalizada, que hace de las armas tema de orgullo irracional.