Con viento y calle Mitre, adonde iremos a parar…
En estos días de fuertes vientos y sus consecuencias, que sufrimos en nuestra ciudad, creemos deberíamos tratar de encontrar un Plan de atención mejor y sostenido para una ciudad que vive en la Naturaleza desde sus orígenes, y hace de esta una bandera de vida en Comunidad. Así, con todo lo que ha crecido ésta, no hay Plan de poda racional, y menos aún para con raleos urbanos, y hasta el retiro de podas vemos no esté suficientemente previsto.
Es común a los vecinos que viven hacia el Oeste, y reúnen esas característica, volverse locos tratando que se poden árboles o que se apeen otros más peligrosos, porque no hay atención seria al respecto.
Es más en esos barrios, vecinos han propuesto que la Municipalidad y/o Juntas Vecinales dicten una noma obligatoria de poda de oficio de árboles que lleguen a una determinada altura que los haga peligrosos.
Tan simple como eso, una vez la norma dictada va y se poda el árbol peligroso o se lo apea, según sea lo más seguro; y hasta usando su leña para el “Plan Calor.” Tan sencillo como hacerlo bien y beneficiar a la sociedad, terminando con trámites burocráticos, gastos de acarreo, etc. O alguien gana con accidentes peligrosos y a veces hasta mortales, por negligencia? Y no digamos culpa del vecino, cundo la Autoridad no se preocupa mucho en tareas de interés comunitario que le son beneficios social y económicamente…
Es mas es sabido que el viento en toda la Patagonia es un mal endémico, y en nuestra ciudad son más que conocidos los casos de accidentes conocidos por este fenómeno climático previsible, anunciable, y muy pocas veces atendido con seriedad.
Son comunes en cambio, las quejas de vecinos “normales” ante ataques absurdos a árboles que se destrozan pretendiendo podarlos cuando se realizan algunas obras nuevas
Han sido varios los ejemplos de vecinos responsables y amigos de la Naturaleza, que nos han dejado sobrados testimonio, al respecto, ahí están calles como Gallardo, parte de Costanera y otras, que aun muestran el esfuerzo de ellos, que sin mayor apoyo oficial han sabido del muy simple de respetar la buen obra realizada, algo que más de una vez han tenido que luchar incluso para ello. Si de algo común y repetido por convivir con ello, hacemos algo tan difícil de resolver, a propósito del manejo urbano, consecuencias de dirigencias equivocadas comunes a toda sociedad en crecimiento en busca de un desarrollo armónico, necesariamente debemos volver con al tema de calle Mitre, a nuestro modesto entender tratado con tal ligereza que incluso hasta pareciera haber sido tomado como chanzas entre nuestra dirigencias. Así vemos el panorama para entender y atender el conflicto de calle Mitre irresoluble y sin horizontes a la vista, ya que una apertura en los términos que se anuncian nos parece un retroceso urbano en algunos aspectos, sumado a un costo desconocido hasta ahora con resultados impredecibles. Con todas las aclaraciones y “certezas” que se dan, vemos puntos oscuros que pueden ser “agujeros negros” a poco se avance sin más rumbo que una buena voluntad que ignore tratar definiciones sobre la obra. Es más, solo como peatonal podrá avanzar, ya que no para otra cosa se reemplazó el hormigón por piezas individuales- a un costo en tiempo y mano de obra increíbles.
Ahora si algún negociante apresurado, quiere pasear por Mitre, aun a velocidad reducida y con vehículos menor, de los daños a producirse no habrá retorno.