Un enorme ejemplo para tener en cuenta
Ya se nos ha hecho costumbre la queja sostenida por las más diversas razones en nuestra vida cotidiana.
Y que haya razones para eso no hace falta demostrarlo, como una maldición los hechos en contrario en nuestra comunidad se suceden, como si fuera algo de nunca acabar, en que una y otra vez, las razones por mas demostradas e irrebatibles, se encuentran alejadas en la solución de hechos favorables.
Sin embargo de pronto, en Bariloche un hecho inesperado nos reubica en el medio del buen sentido.
Nos referimos a la presencia de un grupo -grande y representativo de muchos más-, de jóvenes adolescentes del secundario local, ante la falta de respuesta y/o solución a problemas edilicios elementales, que arrastran varios establecimientos de nuestra ciudad, un hecho común, repetidos de gestión en gestión, agudizado a veces, aunque entendemos poco menos se los acepte como una especie de mal incorporado a la educación pública rionegrina.
Se dieron las explicaciones de siempre: falta de recursos, edificios muy viejos -argumento que por si propio no se justifica como respuesta oficial y menos cuando algunos, llevan escasos años funcionando, y el más común “ya se van a ocupar”…
Escuchado todo esto, y sufrido un día y el otro también la inclemencia de concurrir a clases en tales condiciones, los jóvenes estudiantes secundarios nos dieron su lección, que esperamos sepamos entender y llevar adelante.
El ejemplo cívico, con tan pocos años es enorme, sin violencia, asumiendo el derecho a estudiar y aprender como manda la Constitución, nada más.
Se dieron cita en la Musicalidad, que nos es la responsable directa, toda vez que los establecimientos son provinciales, al igual que el Área de Educación, pero es la Autoridad Cívica de Bariloche y dieron testimonio de su presencia como seres humanos, habitantes de nuestra ciudad y las falencias edilicias en los establecimientos a los que concurren.
No” ocuparon”, ni “tomaron”, ni actitudes parecidas, como se dijo tan ligeramente a manera si se tratara de una protesta política, gremial o de cualquier situación de irritación social.
Así, con sus razones en mano, imposibles de pasar desaprobadas, asumieron su presencia junto a padres y profesores que acompañaran el requerimiento de los jóvenes estudiantes.
A todos ellos nuestro más franco agradecimiento por esa demostración de civismo.
Ahora que luego del reclamo sostenido, todo parece encarrilado hacia la normalidad, las tareas de mantenimiento realizándose y los alumnos en sus clases, porque no adherirnos todos al ejemplo de estos jóvenes del secundario barilochense, que asumiendo su presencia en el lugar más emblemático del civismo local, como es la sede Municipal, nos muestran a todos en tiempos de erráticas dirigencias precisamente, su ejemplo sencillo, valiente y más que meritorio, en coincidencia relevante con el 99 aniversario de la Reforma Universitaria, hecho fundacional que desde nuestro país, abriera las puertas a las juventudes suramericanas a la cultura superior universitaria; y de una buena vez, nos darnos todos a atender mejor al desarrollo comunitario?
El estado a que ha llegado la falta de mantenimiento de establecimientos educacionales de la Provincia es realmente grave; el conjunto de ellas es de un enorme valor que debe ser atendido mejor; y que, como se vienen haciendo no lo es; por ello nos preguntamos si por “adjudicación directa” se aceptan gastos mucho más elevados, que razón hay para no hacerlo con el mantenimiento imprescindible de los estableciditos educacionales?