Levantar y profundizar debates
La falta de renovación y cambio, que vemos en nuestra sociedad preocupa; y no nos referimos al movimiento político que acompañó a Alfonsín en su exitoso intento para recatar la República, luego de la ultima dictadura militar, que lo hundiera en las horas mas oscuras que tenga memoria, por lo menos nuestra generación.
No vemos renovación en los procedimientos más que fracasados de anteriores administraciones, tanto oficiales como privadas, y menos intención de mejorarlas racionalmente. Pareciéramos estar a la espera de algún milagro que nos sorprenda una mañana cualquiera en tanto atraso acumulado
Ahora con un juicio a las puertas y otros mas, asomando peligrosamente, mientras insistimos en la murga barrial y la declamación institucional repetida.
Con un camino mas que lleno de tropiezos, como el que le toca recorrer a nuestra Sociedad actualmente, por las mas distintas razones, algunas por encima de la misma, nuestras dirigencias enredarse en el trato de temas menores por encima del interés comunitario, creemos sobrepasa la inteligencia de nuestra sociedad. La flor del amancay es bella, en una zona en la que hay tantas, pero lo es y fue elegida y distinguida creándose la Orden del Amancay, hace varios años, en tiempos de un intento de rescate nobiliario tan al tono de una dirigencia que solo mira por encima, y aun se afirmaba verse de vez en cuando en la “Suiza Argentina”.
Sirvió muy poco tiempo como una distinción para invitados especiales de nuestra ciudad, recuerdo que seguramente mantuvieran con nostalgia quienes lo recibieran como testimonio del merito reconocido por nuestra ciudad.
Luego se dejo de usar y allá quedó, hoy es hasta difícil ver flores de amancay, aunque en muchos jardines locales las mantienen con orgullo, estando lejos de lo que ocurriera escasos años atrás, en que lo que hoy son los barrios Pinar de Festa y Playa Bonita, que era un campo cubierto por esta hermosa flor, acompañada de Mutisias, otra belleza natural de nuestra región, que cada vez se ven menos, victima de la depredación inmobiliaria apañada en el interés del dinero rápido, que en muy pocos años la derroto.
Si bien la unidad de esfuerzos debería ser la consigna de toda sociedad organizada, apartar a éstos por discusiones sobre un logo u otro, creemos no sirva para nada.
Ya se han pronunciado y seguramente si seguimos por ese camino, habrá mas opiniones al respecto, ignorando como base de discusión, que el Escudo oficial de nuestra ciudad, con su distintivo aceptado y premiado en su momento, fue por concurso abierto que gano un querido vecino que hasta no hace muchos meses participaba con énfasis en la opinión publica local, D. Ernesto Ríos, activo militante del desarrollo de nuestra ciudad.
Todas las inquietudes son buenas, pero el esfuerzo en renovar y cambiar debe ser otro,
ya hay un distintivo oficial nacido de concurso abierto, volver a concursar parece excesivo, mucho menos usar un logo por acá y otro por allá, que bastante mal nos va con la promoción que hacemos con tanto gasto en “genialidades” transitorias.
Hay muchos temas que nos afectan a diario, y merecen discusiones serias y publicas, no de exposiciones rápidas de algunos minutos, necesitamos juntarnos y exponer proyectos y razones que los sustenten, buscando un mejor destino, y no enzarzarnos en discusiones banales.
Sobran ejemplos validos: posible reforma a la Carta Orgánica incluyendo la Industria como actividad económica de desarrollo local, y una regulación básica de actividades a realizar en el Ejido, y no que cualquiera haga lo que le parece en exclusivo beneficio; crear la figura de un vice Intendente, que presida el Concejo y reemplace natural al Titular, y no que Bariloche quede en manos de un funcionario o empleado no elegido por el voto popular como ocurriera varias veces, Concejales proporcionalmente electos a los sectores mas poblados, y no todos del centro como hasta ahora.
