Cultura y orden, no es tan difícil
Creemos deberíamos darnos mas a vivir los tiempos que están sucediendo entre nosotros, y no atenderlas con una ligereza cómplice.
Que se asesine, en el verdadero sentido de la palabra a una mujer prácticamente por día en nuestro país, debemos asumirlo como actos de extrema gravedad y propios de los dias que nos tocan, lamentablemente, vivir a todos.
Vemos en cambio, destacar circunstancias colaterales y transitorias, mientras el pueblo en enorme mayoría expresa sus convicción de terminar con esa situación, con mas trascendencia comunicacional que lo otro.
Que los índices negativos socio económicos para cualquier sociedad se estén dando a ojos vista de todos, y sigamos ocupándonos mas de la tontería televisiva, real o no, porque hasta esos limites se superan con las demás consecuencias que ello provoca, y sufre la Sociedad de una manera u otra casi de inmediato, no se nos debe imponer como condición previa a nada.
Tampoco se nos habla de una Sociedad enferma, ni se intenta atenderla con medidas prácticas y realizables, que no son las de sumas y restas financieras que satisface solo la magia del mercado.
Y esa enfermedad se nos manifiesta tanto que a la par, se celebra el dictado de leyes que premian la delación, no el arrepentimiento, franco, liso y llano, que incluso puede llevar a enriquecer la personalidad equivocada momentáneamente, no, se premia con interés para el delincuente, incluso especulan hasta el ultimo momento para que su actitud, reprochada siempre en toda sociedad honrada, se recompense mas, sin interesar para nada la tan remanida “Majestad de la Justicia”
Estamos viendo la justicia en manos y en boca de conocidos delincuentes, algunos con delitos aberrantes como el parricidio, tenidos como nuevos “fiscales de la República”, y ahora damos un paso más hacia el abismo que ofende a la Sociedad toda.
Pocos recuerdan pero es tan parecida la imagen actual que mostramos sin pudor, a la de los versos de Joaquín Castellanos, el poeta de la Revolución del ’90 : “Ciudad de Mayo que un día fuiste la Perla de la América Latina, envilecida estas, y estas contenta….”. y una turba ruin de mercaderes, depositaria de tu destino es hoy”
Quisiéramos equivocarnos, pero el parecido ofende la inteligencia de los argentinos.
Entendemos como muchos otros, mas sin dudas que nuestras actuales dirigencias oficiales, se trata fundamentalmente de problemas de cultura, y en ellos no se puede tranzar de ninguna manera, porque en esa intransigencia moral y política, se resguarda el Porvenir de todos.
No se puede esperar ser parte del drama que provoquen tales delitos, para exigir cumplir con la Ley respaldada por la Ética de los argentinos que con sacrificios, a veces de sus recursos económicos y hasta su propia vida, hicieran grande nuestro país
Así incluso, como al pasar se intento arrasar al Ministerio Publico, nada menos, y para mayor agravio, en el intento no estuvo solo la dirigencia oficial.
Volvamos a presumir la buena fe, la inocencia de todos como manda la Constitución Nacional, no nos sumemos a la mentalidad delincuente del camino contrario; recordando aquella “Acordada” de la Corte de los ’60: “Quien no se sujeta a la Ley, no puede ampararse en ella”, y “no pude pretender el mismo amparo no contribuye a sus sustento” hoy, el ejemplo de los que mandan es lo contrario.
