A veinte kilómetros de la localidad de El Bolsón se encuentra la zona rural Pampa de Mallín Ahogado, donde la actividad agrícola y las chacras se mezclan con el paisaje cordillerano.
El lugar de referencia de los pobladores es el que los niños del lugar denominaron «el pueblito», ya que en un espacio de una manzana se encuentra la iglesia, el destacamento de policía, la central de bomberos voluntarios, una salita de primeros auxilios y la escuela primaria N° 118 Río de los sauces.
En medio de estos establecimientos existe una plaza que fue diseñada y creada por los alumnos, a través de un proyecto escolar que tuvo como objetivo la colocación de un reloj solar y ellos mismos eligieron el nombre: «Plaza del Sol».
El equipo de Silvina García Larraburu compartió una jornada recreativa en la escuela y acercó ropa, artículos escolares, constituciones nacionales para la biblioteca y diferentes elementos que fueron muy bien recibidos mientras un castillo inflable, un metegol y pintura artística en los rostros del alumnado iban marcando un día distinto.
La Directora del establecimiento, Marcela Gómez, señaló: «Estamos muy agradecidos con Silvina, es muy lindo que se acuerden de nosotros, comúnmente la mayor atención está en la localidad de El Bolsón y nosotros estamos un poco olvidados. Los niños hoy están felices, les tuve la sorpresa guardada hasta último momento, sabían que algo iba a pasar hoy, pero no tenían detalles sobre qué era y en un momento entraron varios a la dirección gritando «viene gente, viene gente” y luego ya empezaron a disfrutar de todas las actividades”.
«Aquí trabajamos todo en comunidad, logramos después de seis años poner al aire nuestra radio que funciona dentro de la escuela y cumple un rol social fundamental con programas que realizan los chicos. Son escuchados por sus padres, sumando los avisos sociales que incluyen comunicación entre los mismos vecinos, un perro perdido y hasta el pedido de un tema musical”, agregó.
Luego del almuerzo llegan diferentes micros para trasladar primero a los alumnos del jardín de infantes, luego a los demás mientras el reloj de sol de la plaza va siendo testigo de todo, ese que ellos mismos construyeron en el «pueblito», en la Pampa de Mallín Ahogado.