Hace exactamente 122 años, el perito Francisco Moreno donó a la Nación tres leguas cuadradas (unas 7.500 hectáreas) en la zona de Lago Frías y Puerto Blest, al oeste del lago Nahuel Huapi, para que esa tierra fuera “consagrada como parque público natural”.
Ese día nació un legado que hoy se extiende por toda Argentina, protegiendo los paisajes, la fauna y la flora que hacen único a nuestro país.