Daniel Sáez, un ejemplo en la Regata Internacional del Río Negro

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Cada año, una travesía une las ciudades de Cipolletti y Viedma: la Regata Internacional del Río Negro. Uno de sus protagonistas, representante del Club El Bigua, de Neuquén, Daniel Sáez, es un reconocido atleta con discapacidad visual que ha realizado numerosas participaciones, «siempre con afinidad a las pruebas largas como maratones, bicicletas, montañismo y todo lo que sea al aire libre», contó.

Minutos después del arribo de su bote a San Javier, destacó que se trató de “una etapa difícil”, pero motivadora. “Mi objetivo es llegar a destino, el tema del tiempo es algo adicional, para mí es un desafío personal”, resaltó emocionado.

A pesar de la pandemia supo encontrar la manera de realizar sus entrenamientos, que se intensificaron con la habilitación de algunas actividades en su ciudad desde julio, donde comenzó a ejercitarse tres veces por semana.

El joven palista es un claro ejemplo de superación personal y en esta ocasión, quiso brindar un mensaje de aliento a las personas que tengan una discapacidad, “que se animen, que cada uno ponga un objetivo; no hay que salir el primer día a una competencia”, aclaró.

“Yo perdí la visión a los 22 años y tuve una etapa donde estuve muy sedentario por varios años, porque cuesta encontrar personas que nos acompañen, pero de a poco uno se encuentra con gente a la que le gusta el deporte”, agregó.

Lejos de ambicionar un marcador, Daniel expresó que “llegar a destino va ser una felicidad enorme, es mi tercera regata, hace unos años esto era impensado para mí”.

Con la sencillez que lo caracteriza, recordó que su participación en la Regata involucra “a mucha gente”, en primer lugar a la familia, sus amigos y a quienes acompañan en la logística “porque no es fácil venir a hacer la Regata pero ellos siempre me están acompañando”, concluyó.

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