Retomando las actividades escolares, el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), volvió a reestablecer el vínculo con instituciones escolares con el objetivo de dialogar con los niños y niñas e informarlos, brindandoles herramientas para prevenir los incendios.
Se trata de una actividad clave para cuidar el entorno, que ahora se desarrolla teniendo en cuenta todos los protocolos sanitarios para el resguardo de docentes y niños.
Sobre la experiencia, la responsable del área de Comunicación y Educación en SPLIF, Graciela D’ Inca, comentó que “hace un tiempo comenzamos con una prueba piloto con jardines de infantes. Primero comenzamos trabajando con una cartilla de actividades junto a una docente de nivel inicial. Ahora con los protocolos y la autorización de Educación pudimos ir y visitar a los chicos. La actividad la realizamos en el jardín 130 del barrio Nuestras Malvinas y esperamos en el mes de septiembre hacerlo en el jardín 32 del barrio Melipal”.
En cuanto al objetivo de la experiencia, explicó que “la idea es que es que los chicos trabajen la prevención de los incendios forestales desde sus conocimientos y nosotros les expliquemos cómo trabajamos, las actividades que realizamos y les respondemos todas sus preguntas. También ellos nos cuentan las medidas que toman para prevenir los incendios y todo se trabaja en el aula con la docente Marisa”.
Más adelante, agregó que “luego de los encuentros les llevamos material didáctico para que ellos tengan en el patio y que puedan jugar con elementos que tienen que ver con la interfase y la prevención de los incendios”.
En cuanto a la devolución que reciben los combatientes por parte de los pequeños, Graciela dijo que “ellos hablan de todo, les llama la atención las herramientas que llevamos, desde la pala que es parecida a la que tienen en sus casas, también nos cuentan cómo se calefaccionan en sus casas y dónde tiran las cenizas. Nos preguntan qué pasa con los bosques después de los incendios y también nos dicen que a veces los papas no apagan los fogones como corresponde”.
Por último, resaltó que “estas experiencias le quedan grabadas para toda la vida y después son los propios chicos los que les enseñan a las familias”.