¨ Tomillo, para que no ganen las pestes¨

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Sara Itkin, Médica MPRN 3474

El tomillo es nativa de las regiones templadas de Europa, África del Norte y Asia. Su nombre científico es Thymus vulgaris. Thymus significa fuerza o coraje ya que se empleaba como infusión energizante y para limpiar las heridas de los guerreros. Los caballeros llevaban bordadas las hojas de esta planta en sus insignias, para aumentar el valor. Más adelante se extendería su uso por toda Europa gracias a los romanos, que la utilizaban para purificar sus viviendas.

Es un sub-arbusto perenne, resistente y muy aromático que pertenece a la familia de las Labiadas. De pequeño tamaño, de aprox 10 a 30 cm y de crecimiento rastrero. Está compuesto por numerosos tallos delgados y leñosos, y de hojas pequeñas, alargadas, de color verde oscuro grisáceo, brillantes que liberan el típico aroma. Sus flores son minúsculas y de un tono que varía del lila al blanco, están agrupadas en inflorescencias densas o más sueltas.

Gusta de suelos pedregosos y secos, podemos reproducirlo por semillas, división de matas y por esqueje. En nuestra región conviene protegerlo de las heladas muy fuertes.
Es maravilloso el oler y aromatizar la casa con tomillo, siendo un gran antiséptico del aparato respiratorio. Además de inhibir la propagación de gérmenes causantes de tos y resfríos, el tomillo promueve el aumento de nuestras defensas; suma su acción antinflamatoria y expectorante que nos ayudan a aliviar estados bronquiales. Por otro lado, su aroma nos revitaliza, especialmente indicado en éstos tiempos de cuarentena cuando la preocupación y la angustia quieran ganarnos, y también nos ayuda a la concentración y a mejorar la memoria.

Conviene, además de aromatizar la casa, beber la infusión de su parte aérea (un puñadito de tomillo para medio litro de agua hirviendo, dejando reposar tapado antes de colar) para aumentar sus efectos. A su vez, es el tomillo un poderoso antibiótico digestivo, útil en casos de diarreas y flatulencias. Presenta acción antimicótica, recomendado en casos de vulvovaginitis por cándida, haciendo lavados con su infusión concentrada y también bebiendo el té.
En la zona de estepa, desde la zona árida del sur de Buenos Aires hasta Santa Cruz vive el “tomillo de campo” (Acantholippia seriphioides), arbusto nativo, de 30 a 60 cm de altura, con hojas pequeñas y profundamente aromáticas, de flores de forma tubular, blanco amarillentas, su aroma y su uso es similar al tomillo venido de europa. Es muy común en la gente del campo agregar tomillo a la yerba, para darle más rico sabor al mate.
Abrazo, más yuyero que siempre!

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